Decenas de personas despiden a la mujer fallecida en una operación de lipoescultura

El abogado que ha asumido la defensa ha presentado una denuncia en el juzgado en la que acusa de un delito de homicidio al cirujano
Familiares y amigos acompañan al féretro de la mujer que tras ser sometida a cirugía estética en una clínica privada de Cartagena murió el pasado día 1. MARCIAL GUILLÉN (EFE)
photo_camera Familiares y amigos acompañan al féretro de la mujer que tras ser sometida a cirugía estética en una clínica privada de Cartagena murió el pasado día 1. MARCIAL GUILLÉN (EFE)

Decenas de familiares y amigos han asistido este lunes en Alcantarilla (Murcia) al funeral de Sara G., la mujer que murió como consecuencia de las graves lesiones que sufrió durante una intervención quirúrgica de lipoescultura en una clínica de Cartagena.

El acto religioso se ha celebrado en el tanatorio San Roque del municipio y ha sido oficiado por el hermano de la fallecida, que es pastor evangelista, y en él han estado presentes los padres, los hermanos y los dos hijos de Sara.

Debido a la gran afluencia de personas y las restricciones sanitarias motivadas por la pandemia de covid, el funeral ha tenido lugar en la explanada del tanatorio, donde se ha colocado el féretro, en cuya parte superior se ha puesto una gran fotografía de la víctima.

El portavoz familiar y expareja de Sara, Ezequiel Nicolás. MARCIAL GUILLÉN (EFE)

El portavoz familiar y expareja de Sara, Ezequiel Nicolás, ha explicado a los medios de comunicación que el deceso ha sido el "desenlace que no queríamos" tras "mucho sufrimiento", añadiendo que los padres y hermanos de Sara están "totalmente rotos".

No obstante, Nicolás, que es el padre del hijo menor de Sara, ha apuntado que los familiares y amigos de la fallecida han querido recordarla "como era ella: muy alegre".

El portavoz familiar ha indicado que su expareja "luchó como una guerrera" y ha adelantado que espera que la instrucción judicial esclarezca los hechos, aunque ha añadido que "esto ha sido un asesinato".

Para Nicolás, los 29 días que han transcurrido entre la operación realizada en el hospital Virgen de la Caridad de Cartagena y el fallecimiento de Sara en la UCI del hospital Santa Lucía de esta ciudad han sido una "auténtica pesadilla" en la que se "pararon muchas vidas".

El 23 de diciembre los médicos informaban del estado crítico de Sara, debido a que se le soltaron los puntos de sutura que debían cerrar las perforaciones que recibió con la cánula durante la lipoescultura. A raíz de ese contratiempo, unas bolsas suplían la labor del aparato digestivo de Sara y tuvo que ser sometida a una traqueotomía para solventar sus problemas respiratorios. Finalmente, tras empeorar la situación, Sara fallecía el 1 de enero en la UCI.

"Ahora descansa en paz con su abuela y su tío. Está feliz donde está y ahora es nuestro ángel, que nos acompañará siempre", ha apostillado el portavoz antes de asegurar que Sara no comentó a su familia que iba a someterse a esta cirugía.

"No tuvimos la oportunidad y nos duele y nos pesa mucho", ha afirmado tras ser preguntado por si pudieron hablar con ella sobre la operación antes de someterse a la intervención quirúrgica.

El abogado que ha asumido la defensa del caso de Sara, Ignacio Martínez. MARCIAL GUILLÉN (EFE)

El abogado que ha asumido la defensa, Ignacio Martínez, ha presentado una denuncia en el juzgado de guardia de Murcia en el que acusa de un delito de homicidio al cirujano que practicó la cirugía. En esta denuncia se asegura que el cirujano cardiovascular que sometió a la lipoescultura a Sara con una cánula, le causó lesiones supuestamente compatibles con "una reyerta con arma blanca", una afirmación que viene apoyada en el parte médico del Hospital Santa Lucía.