Defensa revisa los protocolos internos de llamadas tras la broma a Cospedal

Dos humoristas rusos la llamaron para gastarle una broma haciéndose pasar miembros del Ministerio de Defensa letón

 

El Ministerio de Defensa ha revisado sus protocolos internos para la intercomunicación telefónica entre autoridades tras el incidente que sufrió la ministra María Dolores de Cospedal cuando dos humoristas rusos la llamaron para gastarle una broma haciéndose pasar miembros del Ministerio de Defensa letón. Así lo explica el Ministerio de Defensa en una respuesta escrita que ha remitido al diputado de Unidos Podemos en el Congreso Pablo Bustinduy, quien preguntaba si se había abierto alguna investigación sobre lo ocurrido y se interesaba por posibles consecuencias en las relaciones entre España y Letonia o España y Rusia.

En su respuesta, a la que ha tenido acceso Efe, además de asegurar que el suceso no ha tenido "mayor trascendencia para la seguridad y defensa de España y de sus socios y aliados", Defensa explica que "dispone de procedimientos internos para la intercomunicación telefónica de autoridades del Departamento con sus homólogos de otros países".

"Ello, no obstante, no ha impedido que, bajo circunstancias muy concretas, hayan podido ocurrir actos malintencionados, como el que plantea, que en cualquier caso sirven para depurar los propios procedimientos, que ya han sido revisados para que actuaciones como éstas no se vuelvan a producir", señala el Ministerio en su respuesta al diputado de Podemos.

Bustinduy también preguntaba por algunos detalles más de la llamada, como la forma en la que se verifica la autenticidad de ese tipo de comunicaciones o el número de personas que accedieron a la llamada antes que la ministra o las que estuvieron presentes durante la conversación y monitoreando su contenido.

Defensa resume su respuesta indicando que ya se han revisado los procedimientos, que el incidente no ha tenido consecuencias para la seguridad y que no ha afectado las relaciones de España con otros países. "No se han visto afectadas las relaciones bilaterales entre nuestros países, puesto que la llamada provenía de dos periodistas y no se le dio credibilidad alguna", concluye.

La llamada en concreto se produjo el pasado 14 de noviembre, aunque fue después, el día 17 cuando -según recuerda el diputado de Podemos- la agencia de noticias Sputnik revelaba que había sido efectuada por dos humoristas rusos y no por el ministro de Defensa letón. Ese mismo día, la ministra María Dolores de Cospedal explicaba a través de un tuit que no confió y dejó hablar a los dos humoristas, que se hacían pasar por miembros de Ministerio de Defensa de Letonia y que le indicaron que Carles Puigdemont es un espía ruso.

"Fue una conversación muy rara, pedí hablar en inglés y no quisieron; han quitado a la traductora. Como no confié, dejé hablar y no volví a llamar. Ahora sé que eran rusos", decía Cospedal. En la conversación que los humoristas mantuvieron con la ministra de Defensa difundida por la agencia rusa, éstos le aseguraron que el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont colabora desde hace tiempo con la inteligencia rusa bajo el apodo de Chipolino.

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