Destituido el director de Ascó por la fuga radiactiva de noviembre

Vista de la central nuclear de Ascó (EFE)
photo_camera Vista de la central nuclear de Ascó (EFE)

El director de la central nuclear de Ascó, Rafael Gasca, y el jefe de protección de las instalaciones, Frances González Tardiu, han sido destituídos tras conocerse la fuga radiactiva que se produjo el pasado mes de noviembre en esta central tarraconense.

La Junta de Administradores de la Asociación Nuclear de Ascó-Vandellós ha decidido cesar en sus cargos a estos dos directivos. Ha nombrado a César Candás, hasta ahora director de la central de Vandellòs, nuevo director de la planta de Ascó, en sustitución de Gasca. Genís Rubio será el nuevo jefe del Servicio de Protección Radiológica de la Central.

Además de dirigir la central a partir de ahoram Candás se convierte en el máximo responsable del proceso de investigación que se ha abierto para esclarecer la emisión de partículas radiactivas detectada hace cinco meses en la central.

Incidente de 'Nivel 2'
Las instalaciones de Ascó registraron el pasado mes de noviembre un escape procedente de la ventilación de la planta atómica. El incidente se clasificó provisionalmente como 'Nivel 1' en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares -el nivel más bajo de esta escala, que consta de siete escalones-.

Sin embargo, el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) reclasificó el pasado lunes este suceso, elevándolo al 'Nivel 2', que engloba aquellos accidentes donde la contaminación radiactiva ha podido afectar a los trabajadores y otras personas que se encontrasen dentro de las instalaciones de la central.

Pese a que el CSN apunta que el impacto radiológico sobre la población y sobre los trabajadores de la central sigue estando por debajo de los límites legales, la empresa realizará mediciones de radiactividad a todas las personas que han pasado por el emplazamiento desde el pasado 28 de noviembre.

En total se someterán a estas pruebas unas 800 personas, entre ellas decenas de alumnos del Colegio Maristas de Girona, que visitaron la planta el 4 de abril. Hasta la fecha, según el CSN, se han realizado mediciones a 579 personas, sin que en ningún caso se hayan encontrado indicios de incorporación de material radiactivo.

Actuación de Greenpeace
La dirección de Ascó no informó en su momento del incidente, que saltó a los medios cinco meses después de producirse tras una denuncia de la organización ecologista Greenpeace.

La asociación reclamó la "paralización cautelar" de la nuclear después de que el CSN elevase el incidente al Nivel 2 de peligrosidad. "El CSN empieza a reconocer que minimizó la importancia del accidente, que produjo la liberación al medio ambiente de partículas de material radiactivo (cobalto-60 y otros)", afirma Greenpeace en un comunicado.

Greenpeace reclamó además que al CSN y al Gobierno que "retire la licencia de explotación" al titular de la planta. Denuncian que el primer análisis sobre la fuga radiactiva era un "documento simplista y falto de rigor en sus cálculos sobre la radiactividad liberada. Además, no aportaba explicaciones convincentes sobre la causa del escape de radiactividad al exterior de la central", añade la organización.

Comentarios