La dirección de UPN pide a sus dos diputados en el Congreso que entreguen sus actas

Sayas anuncia que no atenderá la solicitud y reta al presidente de la formación, Javier Esparza: "Si quiere, que haga un referéndum"
Carlos García Adanero y Sergio Sayas López, durante la sesión del Congreso de este jueves. EUROPA PRESS
photo_camera Carlos García Adanero y Sergio Sayas López, durante la sesión del Congreso de este jueves. EUROPA PRESS

La dirección de Unión del Pueblo Navarro (UPN) ha pedido a sus dos diputados en el Congreso de los Diputados, Carlos García Adanero y Sergio Sayas López, que entreguen sus actas después de haber votado en contra de la reforma laboral pese a la decisión de apoyar el decreto que había sido anunciada por su presidente, Javier Esparza, que es quien ha estado negociando con el Gobierno.

Sin embargo, Sayas, que perdió con Esparza las elecciones internas por el liderazgo de UPN, ya ha manifestado que no atenderá la solicitud de la dirección de la formación foral y que no piensa entregar su acta del Congreso porque él puede defender su posición ante los votantes. "A ver si Esparza puede –ha retado–, y si quiere, que haga un referéndum".

Al término del Pleno del Congreso de este jueves, Sayas explicó que tanto su compañero como él han votado en contra "cumpliendo estrictamente" los estatutos del partido y que, por tanto, no temía futuras sanciones por haberse saltado la disciplina de voto marcada por UPN.

"No hemos incumplido el mandato del Comité Ejecutivo", quiso dejar claro Sayas, recalcando que la dirección del partido no les comunicó el acuerdo alcanzado y que, por tanto, harían lo que este miércoles ya tenían previsto hacer, que es votar en contra del decreto.

El regionalista navarro subrayó además que ninguno de los dos ha hablado con el presidente de UPN para comunicarles su posición, de la misma forma que Esparza, según apuntó, tampoco les había llamado a ellos. "No nos llamó, y nosotros tampoco a él", dijo.

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CISMA EN UPN. La decisión de Sayas y Adanero pone punto final a una rocambolesca situación en la que todas las miradas han estado puestas en la formación regionalista.

Tras conocerse este miércoles el apoyo a la reforma laboral del PDeCAT, todas las miradas se dirigieron hacia UPN, una formación minoritaria en el Congreso que aún no se había pronunciado al respecto. Su decisión "es uno de los secretos mejor guardados en este momento", reconocía esta misma semana la secretaría general de CC OO en Navarra.

Del apoyo o rechazo de UPN al decreto dependía al parecer la aprobación de la reforma laboral, pero desde la formación regionalista guardaban silencio hasta que el partido convocó una rueda de prensa urgente a las 20.15 horas de este miércoles.

Era el presidente de UPN, Javier Esparza, el que comunicaba al fin a los medios de comunicación que sus dos diputados iban a votar a favor de la reforma laboral, lo que permitía al Gobierno alcanzar la mayoría necesaria para aprobar el decreto ley.

Esparza explicó que el partido había decidido apoyar el decreto "por responsabilidad y por sentido de Estado" y porque no creían que la votación de este jueves fuera un "plebiscito" sobre el presidente Pedro Sánchez.

La decisión de UPN no estaba exenta de polémica. Este partido forma parte de la coalición Navarra Suma junto al PP y Ciudadanos y está en la Comunidad foral en la oposición a un Gobierno socialista. Muchos se preguntaban si su apoyo a la reforma laboral no iba a "rechinar" dentro de la coalición o incluso dentro del propio UPN.

Que la decisión no era del agrado de todos en UPN se constataba este jueves cuando sus dos diputados, Sergio Sayas y Carlos García Adanero, aseguraban por la mañana en los pasillos del Congreso que no compartían el apoyo al decreto, aunque iban a acatar lo decidido por la Ejecutiva, un compromiso que finalmente ha quedado en agua de borrajas.

También en los pasillos del Parlamento de Navarra, que este jueves celebra pleno ordinario, la decisión de UPN era la "comidilla" de políticos y periodistas, que se preguntaban si los regionalistas habían obtenido algunas contrapartidas por su apoyo a la reforma laboral. Esparza aseveró este miércoles en la rueda de prensa que no era así, pero esperaba un diálogo a futuro sobre temas relevantes con el Gobierno.

Sin embargo, no tardaban en conocerse las primeras contrapartidas. El grupo municipal socialista anunciaba que no iba a reprobar este mismo jueves al alcalde de Pamplona y vicepresidente de UPN, Enrique Maya, de Na+, por sus declaraciones en relación con los supuestos delitos de menores no acompañados y aprobaría además unas modificaciones presupuestarias, todo ello, ha dicho, a cambio del voto a favor a la reforma laboral.

Cuando se ha sabido que los dos diputados de UPN habían roto la disciplina de voto, la portavoz del grupo municipal socialista, Maite Esporrín, que ya había apoyado las modificaciones presupuestarias y retirado la propuesta de reprobación, ha intervenido en el pleno del Ayuntamiento visiblemente enfadada para afirmar que "ya basta de tomarnos el pelo" y opinar que, después de lo sucedido en el Congreso, "se les tenía que caer la cara de vergüenza a todos ahora mismo".

En ese mismo pleno, el regidor de Pamplona, Enrique Maya, ha manifestado que la actuación de los dos diputados regionalistas "tendrá consecuencias". "Entiendo perfectamente bien su tremendo enfado, y yo también lo estoy", ha reconocido Maya.

De esta forma, la sorprendente aprobación de la reforma laboral en el Congreso va a tener a partir de ahora una derivada en Navarra.

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