Dos organizaciones agrarias denuncian a Carrefour por vender aceite a pérdidas

El aceite de oliva como producto reclamo, utilizado para fomentar el consumo, aunque para ello haya que venderlo a pérdidas, esto es, por debajo del coste de producción. No es una política comercial nueva, pero la crisis la ha agudizado y los olivareros andaluces están viviendo sus consecuencias en carne propia.

La Unión de Pequeños Agricultores (Upa) y la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (Coag) han vuelto a presentar una demanda contra la multinacional Carrefour por lo que consideran una práctica "abusiva" y una "competencia desleal" observada en la campaña de publicidad --un folleto repartido en las calles-- que muestra en portada una oferta de aceites de oliva virgen extra y virgen extra frutado, de la marca blanca Carrefour, cuyo precio final de venta al público es de 1,76 euros por litro. El precio medio en origen rondó en el último año los 1,85 euros el litro y, tomando en cuenta los datos oficiales del Observatorio de Precios de los Alimentos del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, los costes de producción de este producto se sitúan en los 2,49 euros por kilo, por lo que los precios actuales dejan a más de la mitad de las explotaciones olivareras por debajo del umbral de la rentabilidad.

"Queda perfectamente claro que la política abusiva de la gran distribución, en este caso de Carrefour, está cometiendo presuntamente un delito de competencia desleal que vulnera la Ley de Ordenación del Comercio Minorista", ha indicado Agustín Rodríguez, secretario regional de Upa. Además, esta organización agraria ha denunciado también el incumplimiento de Carrefour en el etiquetado, ya que en él se lee "aceite virgen extra frutado" una tipología que no existe en las clasificaciones oficiales.

Por su parte, la Coag ha elevado ante las autoridades de Consumo su denuncia a Carrefour por venta irregular de aceite en sus centros de Andalucía, Aragón, Castilla-La Mancha, Cataluña y Murcia. Coag ha solicitado una investigación "exhaustiva" de dicha oferta, ya que, o bien se está vendiendo a pérdidas, o por el contrario, la calidad ofertada podría no corresponder con el contenido de los envases. Además, ha alertado sobre los peligros de banalización de la imagen del aceite de oliva al utilizarlo como producto reclamo para los consumidores.

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