Sale en libertad Miguel Ricart, condenado por el triple crimen de Alcàsser

Miguel Ricart, unico procesado por el triple crimen de las niñas de Alcàsser, entra en la sala del juicio en el primer dia de la vista en 1997 (AEP)
photo_camera Miguel Ricart, unico procesado por el triple crimen de las niñas de Alcàsser, entra en la sala del juicio en el primer dia de la vista en 1997 (AEP)

Miguel Ricart, el único condenado por el triple crimen de Alcàsser, ha salido de la prisión de Herrera de La Mancha, en Ciudad Real, pasadas las 17.39 horas.

Ricart, con la cabeza cubierta con una capucha, ha abandonado en un taxi el presidio, donde nadie le esperaba en la puerta, salvo un nutrido grupo de periodistas.

El único procesado por el triple crimen de Alcàsser, Miguel Ricart, que cumple condena de 170 años en la prisión de Herrera de la Mancha, Ciudad Real, sale hoy en libertad tras 21 años preso, en aplicación del fallo del Tribunal Europeo de Estrasburgo que anula la retroactividad de la doctrina Parot.

La Audiencia de Valencia ha declarado cumplidas las penas impuestas al único condenado por el triple crimen de Alcàsser, Miguel Ricart, y acuerda su inmediata puesta en libertad, después de que el Tribunal de Estrasburgo anulara la aplicación retroactiva de la doctrina Parot.

Según la providencia de la Sección Segunda, su resolución no es firme y contra la misma cabe recurso de súplica en el plazo de tres días a contar desde la última notificación practicada a las partes, mediante escrito presentado en el mismo tribunal.

El Tribunal Superior de Justicia valenciano ha informado de que la sala desestima las peticiones que pedían el mantenimiento de la doctrina Parot a Ricart, realizadas por parte de la representación procesal de Rosa Folch, madre de una de las niñas asesinadas, la Asociación Clara Campoamor y la Abogacía del Estado.

Según la providencia, la resolución justificadora de las decisiones de la Sala Segunda se notificará a las partes, una vez esté completamente redactada, y a ella se unirá el voto particular anunciado por uno de los magistrados.

La crónica del conocido como caso Alcàsser arranca el 13 de noviembre de 1992 con la desaparición de las menores Miriam García, Toñi Gómez y Desireé Hernández, que fueron vistas por última vez cuando iban desde Alcàsser, donde residían, a la discoteca Color de la vecina localidad de Picassent, a la que nunca llegaron.

El 27 de enero de 1993, 75 días después de su desaparición, dos apicultores que caminaban por el paraje de La Romana, de difícil acceso y cercano a la presa de Tous, descubrieron los cuerpos semienterrados de las tres menores, abriéndose entonces el caso Alcàsser.

Los cuerpos fueron traslados al Instituto Anatómico Forense para realizarles la autopsia, que se inició a las nueve y finalizó a las cinco de la tarde con la conclusión de los forenses de que Miriam, Toñi y Desireé fueron torturadas y violadas antes de morir de un disparo.

Al día siguiente del hallazgo de los cuerpos fueron detenidos varios sospechosos, entre ellos Miquel Ricart, que confesó su participación en los crímenes, y Enrique Anglés, hermano de Antonio, principal sospechoso que había aprovechado un permiso penitenciario para darse a la fuga y desde entonces se desconoce su paradero.

Los platós de las diferentes cadenas de televisión abandonaron sus estudios y se trasladaron hasta Alcàsser, un pequeño pueblo de 7.500 habitantes que aquella noche, según los analistas, dio luz al fenómeno de la telebasura.

El 30 de enero a mediodía se celebró el triple funeral y ese mismo día fue puesto en libertad Enrique Anglés.

El 4 de abril de ese año, el juzgado de Alzira, Valencia, que instruía las diligencias del caso, levantó el secreto del sumario.

El 12 de mayo de 1997 comenzó el juicio contra Miguel Ricart, conocido como El Rubio y único procesado por el triple crimen de Alcàsser.

Tras casi cuatro meses, 49 vistas judiciales y la comparecencia de un centenar de testigos, el 5 de septiembre, la Audiencia Provincia condenó a Ricart a 170 años de prisión por el rapto, violación y asesinato de las tres menores.

La sentencia absolvió al Estado de toda responsabilidad subsidiaria, aunque posteriormente, el 4 de julio de 2005 la sala de lo contencioso administrativo de la Audiencia Nacional declaró la responsabilidad patrimonial del Estado por la concesión en 1992 del permiso penitenciario aprovechado por Antonio Anglés para fugarse.

En enero de 2000, el director general de la Policía, Juan Cotino, aseguró que se intensificaban las gestiones con la policía irlandesa para determinar si los restos óseos hallados en el puerto de Dublín pertenecen a Anglés pero en abril del año siguiente la delegada del Gobierno, Carmen Mas, confirmó que las pruebas de ADN lo descartaban.

El 22 mayo de 2011, Ricart hubiera cumplido su pena; sin embargo, la Audiencia de Valencia acordó aplicarle la doctrina Parot solicitada por la Asociación Clara Campoamor, que adjudicaba beneficios penitenciarios sucesivamente a cada condena y no sobre el máximo de 30 años, por lo que su salida se retrasaba hasta 2023.

El junio de 2012, la misma asociación, que ejerció en el juicio la acción popular, reclamó al Ministerio del Interior que reactivara la búsqueda de Antonio Anglés ya que no creían que estuviera muerto sino que residía en Brasil.

A punto de cumplirse 20 años del crimen, en noviembre de 2012, el juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Alzira pidió a las partes que se pronuncien sobre la prescripción de la acción penal contra Antonio Anglés, considerado el autor material del triple crimen y en paradero desconocido.

A principios de abril de 2013, el fiscal jefe del área de Alzira, Javier Roda, señaló en un informe que los delitos de Anglés no se encontraban prescritos y que por tanto no se ha extinguido su responsabilidad, conclusión con la que coincide la asociación Clara Campoamor, que se había pronunciado al respecto tres meses antes.

El 21 de octubre de 2013, la Gran Sala del Tribunal Europeo de Derechos Humanos anuló la retroactividad de la doctrina Parot, al hacer pública una sentencia favorable a la presa etarra Inés del Río Prada, una decisión que ha activado la salida de prisión en España de violadores, asesinos y presos etarras.

En los días siguientes, la Audiencia de Valencia pidió al centro penitenciario donde está ingresado Miguel Ricart información sobre la liquidación de su condena para estudiar cómo le afectaba el fallo que deroga la doctrina Parot y a las partes que se pronunciaran.

En respuesta, la Fiscalía aseguraba que no se opone a la excarcelación de Ricart frente a las tesis de la acusación particular que ejerce Rosa Folch, madre de una de las tres niñas asesinadas, y la acción popular de la asociación Clara Campoamor.

Tras recibir el pronunciamiento de las partes, la Audiencia de Valencia ha acordado hoy la puesta en libertad de Ricart, el único procesado por los crímenes de Alcàsser.

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