El BNG echa en falta ''la diversidad nacional del Estado'' en el discurso del rey

Juan Carlos I durante su mensaje navideño. (EFE)
photo_camera Juan Carlos I durante su mensaje navideño. (EFE)

El tradicional mensaje navideño que el rey de España lanza a los telespectadores de todas las cadenas por estas fechas ha cambiado este año. No hubo ni ''orgullo'' ni ''satisfacción''. Lejos de ejercer de árbitro en un combate a dos entre PP y PSOE, como era habitual, la crisis ha centrado esta vez las palabras de Juan Carlos I.

Más allá de las frías cifras, tal y como las ha calificado el jefe del Estado, ha manifestado su preocupación por los numerosos trabajadores que han perdido su empleo y por los jóvenes en paro a consecuencia de una "seria crisis" que no da tregua.

El monarca ha hecho un llamamiento a todas las fuerzas políticas, advirtiendo de que contra la recesión "no hay recetas mágicas". Por ello, ha dicho, "despleguemos con inteligencia y tesón nuestra bien probada capacidad de superación, tirando del carro en la misma dirección, aportando cada uno su grano de arena". Y las fuerzas políticas le han respondido.

PSOE y PP se han ''subido al carro''. Los socialistas, por boca de su portavoz este jueves, el secretario de Política Municipal, Antonio Hernando, han celebrado el llamamiento a la "unidad frente a los temas de Estado". De este modo, a su juicio, Juan Carlos I ha demostrado "ser el rey de todos los españoles".

En el PP han aprovechado la ocasión para tirarse flores. Celebraron el llamamiento a tirar del carro porque "nosotros somos un partido de los que tira, no de los que se sube para que le lleven", ha dicho el vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons. El popular comparte "al 101 por cien" la receta del monarca. Aún así, el discurso navideño no ha calado en otras formaciones políticas.

BNG: La visión sacralizada de la Constitución
Desde Galicia, el portavoz del BNG en el Congreso, Francisco Jorquera, ha lamentado que en el discurso prevalezca una "visión sacralizada" de la Constitución y también ha echado en falta la alusión a la "diversidad nacional existente en el Estado".

Jorquera apunta que ha echado de menos "una mención a la defensa y promoción del respeto a la diversidad", especialmente en lo que se refiere a aspectos lingüísticos y culturales y el respeto al "autogobierno de los pueblos".

Después de treinta años de experiencia de la Carta Magna, apunta el diputado nacionalista, "es más necesario que nunca huir de sacralizaciones y dar paso a una reflexión serena sobre su vigencia y la necesidad de reformarla".

CiU: ¿Y la financiación autonómica?
Pero la primera reacción ha sido la de CiU. Su portavoz en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida ha echado de menos alguna alusión al desarrollo del Estado de las Autonomías y a la necesidad de buscar "una solución justa" a la financiación autonómica que estos días negocian con el titular del Ejecutivo español, José Luis Rodríguez Zapatero, los presidentes de las distintas comunidades.

Duran i Lleida ha dicho que el rey tendría que referirse en su discurso a la negociación de un sistema equitativo de financiación. La cuestión tendría cabida en el bloque del mensaje referido a la crisis, y también en el referido a la celebración del 30 aniversario de una Constitución de la que sí habló Juan Carlos I. A su juicio, ha permitido "treinta años de democracia plena".

Pero no todo han sido críticas. El dirigente catalán ha destacado la "importante sensibilidad" que ha mostrado hacia los desempleados, personas con diversidad funcional y otros colectivos desfavorecidos o con problemas "y el acento que ha puesto en los jóvenes y en su futuro". Además, ha valorado que en su discurso haya emplazado al Gobierno a preparar a fondo la presidencia española de la UE en 2010 porque "España y Europa se juegan mucho", ha señalado el portavoz de CiU.

EA: No tiene legitimidad para hablar de crisis
Lo que para Duran i Lleida ha sido una muestra de sensibilidad, para el portavoz de la presidencia de Ezker Batua, Mikel Arana, ha sido "hueco y falso". A su juicio, el rey de España "no tiene legitimidad para hablar de crisis cuando sigue manteniendo su tren de vida a costa de toda la ciudadanía, que le pagamos a escote los palacios, el yate, los viajes y sus caprichos".

Arana ha invitado al monarca a pasar de las palabras a los hechos y predicar con el ejemplo. Para ello, lo ha emplazado a que en 2009, a su entender el más agudo de la crisis, renuncie a la dotaación económica de fondos públicos. "Que, por una vez, viva de su inmensísima fortuna".

EA se ha referido al mensaje sobre la Constitución, donde no tuvo cabida una eventual reforma. En este sentido, ha añadido que "no es extraño en boca de una institución retrógrada y reaccionaria", que "no tiene el más mínimo aval democrático, puesto que fue elegida por un dictador en lugar de por la ciudadanía".

Izquierda Unida: Un discurso de otro mundo
El recién estrenado coordinador general de IU, Cayo Lara, ha calificado el mensaje televisado del jefe del Estado como "una sucesión de buenas intenciones con escaso contenido concreto, situado fuera del mundo y de los problemas reales".

Lara ha criticado que el rey no haya mencionado ni las causas ni los responsables de una crisis que ha sumido en un "drama real" a más de tres millones de parados y a muchos hipotecados de por vida "por la ambición de unos cuantos desalmados". "El discurso del rey se fija sólo en un lado del espejo, pero olvida otro", como el de los miles de jóvenes que se manifiestan "contra la privatización y mercantilización de la enseñanza" o el de la falta de medios en los colegios públicos.

Y el líder de Izquierda Unida también ha reprochado al monarca que anime a todos a 'arrimar el hombro', incluídos los trabajadores. "Esos mismos trabajadores eran los únicos que tiraban del carro en años de bonanza".

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