El Príncipe de Asturias ha subrayado en la tarde de este lunes que a Adolfo Suárez "hay que agradecerle todo", tras rendir tributo al expresidente del Gobierno, junto a doña Letizia, en la capilla ardiente instalada en el Salón de Pasos Perdidos del Congreso de los Diputados.
"Estamos muy tristes todos", ha explicado el Príncipe sobre el sentimiento de la Familia Real ante la desaparición del primer jefe de Gobierno de la democracia, a preguntas de los periodistas, a quienes ha ratificado que el fallecimiento de Suárez supone una gran pérdida para España.
Don Felipe ha dirigido estas palabras a la prensa antes de entrar en su vehículo oficial para abandonar la Cámara baja, donde los Príncipes han permanecido unos veinte minutos para consolar a los familiares de Suárez y mostrar su respeto a la figura de uno de los principales artífices de la transición.
Los Príncipes, que asistirán el próximo lunes a las 19:00 horas al funeral de Estado por Suárez en la catedral madrileña de la Almudena, han acudido al Palacio de las Cortes tras presidir en Bilbao la ceremonia fúnebre oficiada en memoria del alcalde Iñaki Azkuna en la catedral de la capital vizcaína.
Nada más llegar a Madrid, don Felipe y doña Letizia se han trasladado al Palacio de las Cortes, donde han hecho su entrada en torno a las 15:00 horas y han sido recibidos por el presidente del Congreso, Jesús Posada, y la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, quien también les ha acompañado en el funeral por Azkuna.
El Heredero de la Corona y su esposa, de riguroso luto, han estrechado la mano de los miembros de la Mesa del Congreso en el pasillo de la Cámara y, junto a Adolfo Suárez Illana, a quien han saludado afectuosamente, han mostrado su solidaridad al resto de familiares del expresidente del Gobierno que aguardaban su llegada en el escritorio, contiguo al Salón de Pasos Perdidos.
Tras permanecer unos minutos con la familia del fallecido, don Felipe y doña Letizia han mostrado su respeto ante el féretro donde descansan los restos mortales de Suárez, momento en el que el Heredero de la Corona se ha santiguado.
Esta mañana, antes de que quedara abierta al público, acudieron a la capilla ardiente los Reyes y la infanta Elena, quienes, tras mostrar emocionados su respeto ante el féretro, se unieron a los familiares y las autoridades presentes en el Salón de Pasos Perdidos para guardar unos minutos de silencio y recogimiento en memoria del fallecido.
A continuación, don Juan Carlos depositó junto al féretro el Collar de la Real Orden de Carlos III, concedido al expresidente a título póstumo, entregó a su familia las insignias correspondientes a esta distinción y expresó sus condolencias a los hermanos, hijos y nietos de Suárez, al igual que han hecho la Reina y doña Elena.
Antes de abandonar el Congreso, el jefe del Estado se dirigió a los periodistas presentes en el patio del Palacio de las Cortes, a los que manifestó que sentía "una gran pena" por la pérdida de Suárez, a quien ayer, en un mensaje institucional televisado, definió como "amigo leal" y "colaborador excepcional".
LA EMOTIVA LLEGADA DEL FÉRETRO
Eran las 10 de la mañana cuando el presidente del Gobierno y todos sus antecesores vivos salían a recibir el cortejo fúnebre del expresidente Suárez. En la parte baja de la escalinata de la Puerta de los Leones también se encontraban los presidentes del Tribunal Constitucional, Francisco Pérez de los Cobos, y del Consejo General de Poder Judicial, Carlos Lesmes, así como el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, y los miembros de las Mesas del Congreso y del Senado.
Diez soldados del Regimiento Inmemorial del Ejército de Tierra formaron el piquete de honor que portaba el féretro de Suárez, cubierto con la bandera nacional, hasta el Salón de Pasos Perdidos de la Cámara Baja, una de las estancias más solemnes, del Congreso de los Diputados, donde se ubica la capilla ardiente.
Tras ellos, los hijos y nietos de Adolfo Suárez acompañaron caminando por la Carrera de San Jerónimo el féretro del expresidente.
Más de un millar de personas que aguardaban a las puertas de la Cámara Baja para visitar más tarde la capilla ardiente rompieron en aplausos en medio de un profundo silencio.
Escoltando el paso del féretro en la escalinata estuvieron seis militares en representación de los tres ejércitos y de la Guardia Civil. Además, una decena de soldados de la Guardia Real montaron guardia frente a la escalinata para rendir honores al primer presidente de la democracia y marcaron la entrada del féretro con un redoble de tambores.
A los pies del féretro se colocaron dos almohadones, uno con el Toisón de Oro que el Rey había concedido a Adolfo Suárez y otro en el que el monarca depositaba por la mañana el Collar de la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III, cuya concesión aprobó el Consejo de Ministros.
Preciasamente, los Reyes, acompañados de la infanta Elena, fueron unos de los primeros en llegar para rendir homenaje al expresidente del Gobierno, a las 10.30 horas.
Seguidamente, en el pasillo del palacio, la familia real ha saludado a los expresidentes del Gobierno.
Rajoy y sus antecesores en el cargo fueron los primeros en acceder al salón, a cuyos flancos velaban el cuerpo del primer presidente de la Democracia los miembros de las Mesas del Congreso y el Senado y los portavoces políticos.
También presidentes autonómicos, dirigentes políticos, representantes de instituciones y de los medios de comunicación, entre otros, se han ido acercado al Congreso de los Diputados para dar el último adiós a Adolfo Suárez y transmitir el pésame a su familia.
María Dolores de Cospedal, presidenta de Castilla La Mancha y secretaria general del PP; Alberto Fabra, el presidente de la Generalitat Valenciana y el presidente madrileño, Ignacio González, son algunos de los presidentes autonómicos que han acudido a la Cámara para mostrar sus condolencias a la familia. El presidente gallego, que esta mañana dedicaba unas palabras a Suárez, se desplazó a Madrid a lo largo de la tarde.
Una vez allí, Feijóo instó a homenajear al mandatario ''empezando por la reconstrucción democráctica de España''.
También lo han hecho el de Extremadura, José Antonio Monago, el de Castilla León, Juan Vicente Herrera, y la presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudí.
Históricos dirigentes políticos como José Pedro Pérez Llorca y Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, padres de la Constitución, así como Landelino Lavilla, presidente del Congreso en el 23-F.
