El etarra Manex, condenado a nueve años de cárcel por colocar una bomba en Lazkao

La sección segunda de la sala de lo penal de la Audiencia Nacional ha condenado a 9 años de cárcel al etarra Manex Castro por participar en el atentado contra la sede del PSE de Lazkao (Gipuzkoa) el 23 de febrero de 2009, mientras que ha absuelto a Mikel Garmendia como colaborador de estos hechos.

En una sentencia hecha pública hoy, el tribunal, integrado por los magistrados Fernando García Nicolás (presidente), Ángel Hurtado y José Ricardo de Prada (ponente), condena a Castro -procesado por el asesinato del empresario Ignacio Uría- como autor de un delito de terrorismo y otro de tenencia o deposito de explosivos.

La sala basa fundamentalmente su condena en la declaración autoinculpatoria de Castro en el juicio celebrado el pasado 10 de noviembre, donde exculpó a Garmendia, si bien, precisan los magistrados, esta manifestación se completa "por otro conjunto de pruebas testificales" que la corroboran.

El tribunal considera probado que Castro integraba un talde denominado Asti dentro del comando Ezuste de ETA junto a Beñat Aguinagalde -detenido en Francia en 2010- y Ugaitz Errazkin -está huido-, quienes prepararon el artefacto explosivo en casa de los padres del primero, en cuyas inmediaciones el condenado tiró una bolsa de basura con elementos similares a los usados en el atentado.

Para cometer la acción, Castro pidió a Garmendia, que no estaba "al tanto de la pertenencia a ETA de su amigo", una furgoneta, "sin comunicarle su intención de utilizarla para realizar una actividad delictiva relacionada con el terrorismo".

A primera hora de la madrugada del 23 de febrero, Castro se dirigió con los otros dos miembros del talde hasta la sede del PSE en Lazkao, donde uno de ellos colocó junto a la pared del edificio una mochila con el artefacto compuesto por una carga de entre ocho y diez kilos de explosivo.

Diez minutos antes de que uno de los terroristas avisara a la DYA de la colocación de la bomba, una patrulla de la Ertzaintza que circulaba por la zona detectó sobre la 01:05 horas la mochila, que les "infundió sospechas".

La explosión, ocurrida a las tres de la madrugada, causó "apreciables desperfectos" en la sede del PSE y en los domicilios colindantes, la rotura de ventanas y la aparición de importantes grietas en una treintena de viviendas tasadas en 762.458 euros y daños en vehículos valorados en 5.251 euros.

Además de su declaración inculpatoria, el tribunal ha valorado los restos biológicos de Castro hallados en un teléfono que había dentro de la bolsa de basura que tiró al salir de casa de sus padres tras preparar la bomba.

Asimismo, los magistrados han tenido en cuenta la coincidencia entre el material empleado para este ataque y el usado en la colocación en 2009 de dos bombas-trampa en el monte Santa Bárbara de Hernani, por lo que Castro ha sido condenado a 382 años de cárcel.

Respecto a Garmendia, la sala subraya la "imposibilidad de dar por probado, más allá de cualquier duda razonable", su participación "consciente y voluntaria" en los hechos, ya que no está acreditado que conociera la condición de miembro de ETA de Castro ni que quisiera colaborar con él o con la banda terrorista.

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