El presidente del Instituto Nacional de Estadística (Ine), Gregorio Izquierdo, ha avisado de que en los próximo años se irá reduciendo la población activa en España, hasta el punto de recortarse en 1,74 millones el total de personas en edad de trabajar en 2029, mientras sigue creciendo el coste de las pensiones. Ante la Comisión del Pacto de Toledo, ha indicado que sólo el gasto en las de jubilación creció en España un 215,6% en los últimos 20 años, pasando de 26.029 millones de euros en 1995 a los 82.156 millones de 2015, y con ese crecimiento ya supone un 7,64% del PIB, casi dos puntos por encima de los que suponía en 1995 (5,67%).
Y si en 2016 había 22,91 millones de personas activas en España, dentro de doce años el Ine proyecta que habrá solo 21,17 millones, lo que se traducirá en un descenso de la tasa de actividad de 5,7 puntos porcentuales, desde el 59,53% al 53,84%.
Durante su comparecencia en la comisión parlamentaria, Izquierdo ha volcado todos los datos de la última proyección demográfica del Ine, que apuntaba a que la población en España sufrirá un descenso ininterrumpido durante los próximos 50 años, hasta un 1,2% en 2031 y un 11,6% en 2066 respecto a 2016. Esto se produciría por un saldo vegetativo negativo cada año, alcanzando casi los ocho millones y medio de personas menos durante el próximo medio siglo, una bajada insuficientemente compensada por el saldo migratorio, que sería positivo en algo más de tres millones.
Por otro lado, la esperanza de vida al nacimiento alcanzaría los 83,2 años en los varones y los 87,7 en las mujeres en 2031. Y, de mantenerse la tendencia actual, en 2065 superaría los 88,5 años para los hombres y los 91,6 años para ellas.
Preguntado por los grupos por los datos de desigualdad y pobreza, Izquierdo ha señalado que la población en riesgo de pobreza entre los mayores de 65 años supone el 6,3% del total, una cifra sustancialmente inferior si se compara con la media poblacional, donde la exclusión se sitúa en el 12,3%.
España perderá 1,74 millones de personas activas en doce años
El problema de la pérdida de población activa se ve agravado por el mayor desembolso en pensiones: en el caso de las de jubilación el gasto creció un 215,6% en las dos últimas décadas
