El PP reconoce ahora que es ''muy difícil'' lograr la unanimidad en sus filas acerca del aborto

El secretario general del grupo popular en el Congreso, José Antonio Bermúdez de Castro, asume que es "muy difícil" la unanimidad interna del partido en el tema del aborto, pero insiste en que la posición final de los populares cuando voten la reforma impulsada por el Gobierno será "cohesionada".

En una entrevista con Efe, Bermúdez de Castro cree que "no hay ninguna razón" para hacer una votación secreta en el Congreso en ninguna iniciativa relacionada con el aborto, como pide el PSOE para una proposición no de ley que ha registrado en la que reclama que se retire el anteproyecto que ha presentado el Ejecutivo.

Aunque admite que éste es un tema "muy sensible y muy complejo" en el que es "muy difícil suscitar la unanimidad" dentro del partido, porque "se mezclan posiciones morales, éticas y jurídicas", considera que "no son lo mismo las posiciones personales que las posiciones políticas".

Y añade que, en el caso del PP, la posición política sobre el aborto "es muy clara" y está refrendada por los congresos del partido y por el programa electoral.

Insiste por otro lado en que su grupo parlamentario "siempre vota con libertad" y "en coherencia con los compromisos electorales". Y por eso, aunque no haya "plena unanimidad" o pueda haber "matices en algunas posiciones", asegura que al final la posición del PP sobre la reforma de la ley del aborto será "cohesionada".

Tampoco quiere aventurar si habrá algún caso en el que se rompa la disciplina de voto o si el PP se quedará definitivamente solo apoyando esta reforma que, recuerda, aún es anteproyecto y se ha remitido a varios organismos para que emitan informes.

"Ya veremos cuál es el proyecto definitivo", apunta, aunque advierte de que la "filosofía" y los "principios" del texto serán los recogidos en los compromisos del PP.

Critica por otro lado Bermúdez de Castro el "fariseismo" del PSOE en este debate, y recuerda que lo que quieren los populares es volver al "consenso" de la ley de 1985, una ley socialista que estuvo en vigor veinticinco años.

Por eso insiste en que cuando la portavoz socialista, Soraya Rodríguez, califica la reforma de "retrógrada" "vergonzosa" o de "extrema derecha" está llamando "retrógrados" a políticos de su propio partido como el expresidente Felipe González o el actual secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, a otros países con ley de supuestos y al propio Tribunal Constitucional.

En cualquier caso, y en línea con la posición mostrada por otros dirigentes del PP, Bermúdez reitera que el aborto "no es un derecho", sino un "drama" y en la reforma el PP apuesta por "el verdadero derecho", que es "el derecho a la vida, que nos trasciende a todos".

Una defensa que, añade, se hace "desde una posición humanista", apostando por "el derecho de la mujer a la maternidad".

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