El PP ganó las elecciones europeas en España (dieciséis escaños), seguido de los socialistas (catorce), aunque los ciudadanos cuestionaron con su voto el modelo basado en los dos grandes partidos y abrieron la puerta a nuevas fuerzas, en especial al movimiento ciudadano Podemos.
El PP y PSOE obtuvieron el 26 y el 23 por ciento, respectivamente, entre quince y dieciséis puntos menos cada uno que en los comicios de 2009 y con la particularidad de que, por primera vez en la historia democrática, ambos en conjunto están por debajo del cincuenta por ciento del electorado.
Con una participación del 45,58 por ciento, seis décimas más que en las anteriores, las elecciones confirmaron a Izquierda Unida como tercera fuerza (casi el diez por ciento de los votos y seis escaños).
Frente a las seis formaciones que lograron escaño hace cinco años, ahora lo han tenido diez, y tres de ellas entrarán por primera vez en la Eurocámara: Podemos, Ciudadanos y Primavera Europea.
La principal sorpresa la dio Podemos, un nuevo partido que concurría por primera vez a unas elecciones y que obtuvo casi el ocho por ciento, con cinco escaños.
Con candidatos como profesores de universidad y secundaria y representantes de la judicatura, Podemos está inspirado en el movimiento 15-M, que en la primavera de 2011 ocupó calles y plazas del país y que exige una forma de hacer política distinta a la de los partidos tradicionales.
Aparte del bajón de los dos grandes partidos, PP y PSOE, el resultado de las elecciones se puede ver también desde el prisma de uno de los grandes temas que ocupan la política española en los últimos tiempos: el encaje en el Estado de nacionalistas de varias comunidades, en especial Cataluña, donde el triunfo ha sido para ERC.
Otras coaliciones de fuerzas nacionalistas (tres escaños) y de izquierdas (uno) han logrado representación pero, frente a ellas, también han crecido formaciones que se distinguen por su crítica a esos nacionalismos y defienden la unidad de España.
Es el caso de UPyD (cuatro escaños) y de Ciudadanos (dos).
Los ecologistas españoles, históricamente mal tratados por las elecciones, consiguen entrar por primera vez en el Parlamento de Estrasburgo de la mano de Primavera Europea, que agrupa a varias formaciones de inspiración verde.
Frente a la euforia de los pequeños partidos que mejoran resultados o irrumpen en el escenario político, los dos grandes reaccionaron de manera distinta esta noche a la hora de evaluar los datos.
El PP subrayó que sólo en España y Alemania el partido que gobierna ha ganado los comicios y, por boca de su "número dos", Dolores de Cospedal, destacó que el Ejecutivo de Mariano Rajoy ha tenido que tomar decisiones difíciles para hacer frente a la crisis
"Lo que nos habíamos propuesto era ganar y hemos cumplido el objetivo que nos trazamos al inicio de la campaña", dijo, a su lado, el cabeza de lista del PP, el exministro Miguel Arias Cañete.
Por su parte, la primera candidata del PSOE, Elena Valenciano, reconoció sin ambages que los resultados para su partido son "malos".
Los resultados debilitan al líder de los socialistas, Alfredo Pérez Rubalcaba, en la perspectiva de que tras el verano habrá primarias para elegir al candidato del partido para las elecciones legislativas de finales de 2015.
La gran sorpresa de la jornada, Podemos, se expresó a través de su cabeza de lista, Pablo Iglesias, quien destacó el "serio correctivo" aplicado a los grandes partidos y lo inesperado de su resultado.
"Mañana -dijo- seguirá habiendo seis millones de parados y desahucios por lo que, a partir de mañana, trabajaremos con otros partidos del sur de europa para decir que no queremos ser una colonia de Alemania".
