Con la situación en la frontera de Ceuta más normalizada y varios saltos a la verja de Melilla, el Gobierno de España trabaja en reconducir la crisis diplomática con Marruecos, que condiciona la continuidad del conflicto a que Brahim Ghali, el líder del Frente Polisario hospitalizado en Logroño, rinda cuentas ante la Justicia.
Pese al intento de cientos de personas de saltar la valla de Melilla, que una treintena de migrantes de nacionalidad marroquí han franqueado, el Gobierno considera que la situación está volviendo a la normalidad.
Marruecos en cambio ve una "grave crisis", y su embajadora en España, Karima Benyaich, que se encuentra en Rabat tras haber sido llamada a consultas, ha avisado de que si España opta por sacar a Brahim Ghali de España "con opacidad", escoge también "el estancamiento y empeoramiento de las relaciones" bilaterales.
Marruecos quiere que Ghali responda ante la Justicia y acusa a España de proteger a un "criminal" y un "verdugo" y de ofender "la dignidad del pueblo marroquí".
El Ejecutivo de Pedro Sánchez continúa por su parte llamando al diálogo. En Telecinco, la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha sostenido que ve "noticias positivas y esperanzadoras" en la situación de Ceuta.
6.500 inmigrantes de los aproximadamente 8.000 que llegaron de forma irregular a la costa ceutí desde Marruecos ya han sido devueltos, según la cifras dadas por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska en la cadena de radio Cope.
Además, la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, ha enmarcado los seis intentos de asalto a la valla fronteriza de Melilla en "episodios que de vez en cuando ocurren" y no en una nueva reacción contra España. La Delegación del Gobierno en Melilla ha destacado el "papel importante" de los agentes marroquíes al intentar contener a los entre 500 y 600 personas que han tratado de entrar en Melilla.
Calvo negó que se vaya a pedir la mediación de Felipe VI
De nuevo, Calvo ha calificado la crisis de asalto a las fronteras, pero ha negado que se vaya a pedir la mediación de Felipe VI. Ha argumentado que lo principal en este asunto ha sido el apoyo pleno que ha recibido España de la Unión Europea y ha recalcado que al Gobierno le ha parecido bien que Estados Unidos no haya querido implicarse.
Y es que varios ministros han insistido en la vía diplomática para resolver una crisis que, coinciden, no es migratoria. Robles no ha hablado este viernes de chantaje, como hizo este jueves, pero ha señalado que la integridad territorial no es negociable.
La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, ha argumentado, en una entrevista con La Razón, que la resolución de la crisis necesita de "discreción" y ha defendido como un "gesto humanitario" la hospitalización en Logroño de Ghali y su entrada "discreta", y no "secreta", a España.
La misma fórmula, un gesto humanitario, han usado para defender la acogida del líder saharaui los ministros de Defensa e Interior.
España ha ratificado, además, su posición respecto al Sahara, que no ha cambiado: el conflicto requiere de "una contención política que tiene que ser negociada en el marco de Naciones Unidas". Los ministros de Unidas Podemos, que defienden la libre determinación de la exprovincia española, guardan silencio.
También continúa este viernes el enfrentamiento político en España a causa de Marruecos. Calvo ha acusado a Casado de "puerilidad inaceptable" después de que el líder del PP pidiese que Sánchez rompa con sus socios de Gobierno, Unidas Podemos, a los que achaca la crisis por su posición respecto al Sahara.
España ratifica que su posición con respecto al Sahara tiene que ser "negociada en el marco de Naciones Unidas"
Además, ha apuntado que no fue un error no avisar a Marruecos de la hospitalización del líder del Frente Polisario, porque España es un país "soberano".
El PP culpa a Rabat de la crisis, pero responsabiliza a Sánchez por no haber sido capaz de evitar un choque que, aseguran, su líder, Pablo Casado, sí vio venir.
En declaraciones en RNE, el portavoz nacional del partido y alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, ha defendido que "el Gobierno debe dirigirse a los españoles y explicarnos qué ha pasado, darnos su versión sobre lo que ha sucedido".
A su juicio, la entrada en España del líder del Frente Polisario debería haberse hecho "con luz y taquígrafos", y no en una "operación chapuza" como fue "introducirle de manera secreta, no discreta, con una identidad falsa".
Los populares pedirán la próxima semana en el Congreso y el Senado explicaciones a todos los ministros implicados en la crisis.
LA POLICÍA EVITA UN SUICIDIO. Una patrulla de la Policía Nacional ha salvado este viernes por la mañana la vida a un joven inmigrante marroquí que intentaba ahorcarse en plena calle en Ceuta.
Los agentes lo han encontrado colgado del cuello con un cable metálico en una barandilla del paseo marítimo, según ha informado la Policía Nacional.
Tras cortar el cable, le han practicado maniobras de reanimación que le han mantenido con vida hasta la llegada de los sanitarios. El joven, que habría entrado irregularmente en la Ciudad Autónoma en los últimos días, ha sido trasladado al Hospital Universitario.
Los hechos ocurrieron sobre las 15.15 horas de este viernes, cuando agentes de la Unidad de Participación Ciudadana han sido requeridos por un ciudadano para que se personaran a la altura de la última rotonda de la avenida Martínez Catena, dirección El Tarajal.
Los policías cortaron el cable del que colgaba el joven y lo colocaron en posición decúbito supino, comprobando in situ que el joven carecía de respiración, señal en zona yugular y pulso; las pupilas estaban totalmente dilatadas.
Uno de los agentes practicó reanimación cardiopulmonar básica, mientras la otra actuante le ha retirado totalmente el cable que aún le presionaba en el cuello. El joven comenzó a convulsionar, manteniéndole con vida hasta la llegada de los servicios sanitarios para el traslado al hospital.
