España peleará hoy por mejorar sus posibilidades de recibir ayudas pesqueras entre 2014 y 2020 pidiendo que se amplíe la definición de flota costera y que se puedan beneficiar algunos colectivos ahora excluidos, como los tripulantes de las almadrabas.
Así lo indicó el ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, a su llegada a un Consejo de Agricultura y Pesca, donde se tratará de llegar a un acuerdo político sobre el reparto de las ayudas previstas en el nuevo Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP).
El ministro precisó que en la reunión no se debatirá sobre "cantidades ni repartos entre Estados miembros", sino que sólo se tratará "la fase previa", es decir, el modo de repartir las subvenciones.
Están en debate los criterios que servirán para la distribución de las ayudas entre países, indicó Arias Cañete, que señaló que España está "bien posicionada" en muchos de los elementos que recoge la propuesta, como el empleo en el sector pesquero, que representa casi el 26 % de la flota comunitaria, o el reparto histórico de las subvenciones.
Además, destacó el peso de la producción pesquera, "donde en España hay que distinguir el consumo humano de las producciones de consumo industrial".
El ministro agregó que defenderá que se incluya en la definición de tripulantes a los trabajadores de las almadrabas "para que puedan pedir ayudas en caso de paralización de la actividad pesquera", así como de las rederas, "que en este momento no se consideran como tripulantes y por tanto tampoco pueden ser asistidos cuando las circunstancias socioeconómicas lo exijan".
Arias Cañete reconoció que será complicado sacar adelante la reivindicación de España de ampliar el concepto de flota costera artesanal para incluir a los barcos con eslora inferior a los 15 metros o a los que estén menos de 24 horas en el mar.
La propuesta actual plantea que un buque sea considerado artesanal sólo en el caso de que tenga menos de 12 metros de eslora, algo que España considera demasiado "estricto". La definición actual cubriría en España a más de 7.000 barcos de pesca, pero dejaría fuera a "unos 700" que, según el ministro, deberían recibir subvenciones bajo ese epígrafe.
"El tema está muy complicado, porque tanto en el Parlamento como en el Consejo no es fácil encontrar apoyo. Lo seguiremos peleando", indicó el ministro.
