Los miembros de La Manada ya abandonaron la prisión

Podrán pasar el verano en Sevilla a la espera de que se resuelvan los recursos

Tres miembros de La Manada abandonan la prisión de Pamplona. VILLAR LÓPEZ
photo_camera Expectación en la cárcel ante la inminente salida de los miembros de La Manada. VILLAR LÓPEZ

Los cinco miembros de la Manada ya están en libertad tras abonar los 6.000 euros de fianza que les impuso la Audiencia de Navarra. Los tres que cumplían pena en la cárcel de Pamplona han abandonado el recinto penitenciario a las 18.00 horas. Una hora y media después lo hicieron los que estaban en la prisión militar de Alcalá de Henares.

José Angel Prenda, Jesús Escudero y Angel Boza, condenados a 9 años de prisión por un delito de abuso sexual con prevalimiento sobre una joven madrileña durante los Sanfermines de 2016, permanecían en la prisión de Pamplona desde que el 9 de julio de 2016 el juez decretó prisión provisional comunicada y sin fianza para ellos y los otros dos miembros del grupo encarcelados en Alcalá Meco.

A su salida del centro, situado a las afueras de Pamplona, les esperaban numerosos medios de comunicación que desde primeras horas de la mañana hacían guardia en las puertas de la cárcel, pero no así ciudadanos, puesto a lo largo del día no ha llegado a una decena las personas que se han acercado hasta allí. 

Los tres han salido juntos del edificio, llevando sus pertenencias, se han montado en dos coches que han acudido a recibirles y en ellos han abandonado el lugar a gran velocidad, lo que ha obligado a los periodistas a tener que apartarse.

"Teníamos que haber hecho una barricada, no tenían por qué haber salido, tenía que estar todo el mundo aquí", ha dicho a su salida una de las mujeres que se había acercado hasta la cárcel para mostrar su rechazo a la decisión judicial.

Alrededor de las 19.30 horas, los dos miembros de La Manada que cumplían pena en la cárcel militar de Alcalá de Henares han abandonado en taxi el recinto penitenciario. Son el guardia civil Antonio Manuel Guerrero y el miembro de la Unidad Militar de Emergencias (Ume) Alfonso Jesús Cabezuelo.

VERANO EN SEVILLA. Los cinco miembros de La Manada a los que la Audiencia de Navarra ha concedido la libertad provisional bajo fianza podrán esperar en Sevilla a que se resuelvan los recursos de apelación contra la sentencia que los condenó a nueve años de cárcel por un delito de abuso sexual con prevalimiento. 

Tanto las defensas de La Manada como el Ministerio fiscal y las acusaciones particular y populares presentaron recursos de apelación a la sentencia conocida el pasado mes de abril. 

Corresponderá decidir sobre estos recursos a la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN), que podría pronunciarse a partir del mes de septiembre. Posteriormente cabría recurso contra el Tribunal Supremo. 

Mientras sigue el procedimiento judicial hasta que la sentencia sea firme, la Audiencia de Navarra ha impuesto a los condenados, además de la fianza de 6.000 euros, varias medidas cautelares. 

En concreto, los miembros de La Manada tendrán que designar un domicilio donde puedan ser hallados, así como un teléfono de contacto, con advertencia expresa de que en el caso de no ser localizados en tales domicilios de inmediato se expedirá la correspondiente requisitoria. 

Además, los condenados deberán comparecer todos los lunes, miércoles y viernes ante el juzgado de guardia de su residencia y cuantas veces fueren llamados por la Audiencia de Navarra, así como comunicar cualquier cambio de domicilio o teléfono. 

También se fija para ellos la prohibición de salir del territorio nacional sin autorización judicial, con obligación de hacer entrega del pasaporte de que disponga ante el tribunal dentro de los cuatro días siguientes a su puesta en libertad, así como la prohibición de obtenerlo en el futuro. 

Con estas condiciones, los cinco miembros de La Manada podrán estar en libertad tras casi dos años en prisión desde que fueran detenidos el 7 de julio de 2016. 

Desde entonces, la Justicia ha venido rechazando todas las peticiones que habían presentado las defensas para solicitar su puesta en libertad. Sin embargo, una vez dictada sentencia, la Audiencia de Navarra ha dictado un auto en el que estima que procede la libertad provisional bajo fianza, al no ver que exista riesgo de fuga ni de reiteración delictiva.