Fracasa el primer intento de investir a Aragonès y JxCat pide más tiempo

Albert Batet pide alcanzar un acuerdo de gobierno antes de llegar a una segunda votación
Pere Aragonés conversa con sus compañeros de partido Torrent y Sabriá. QUIQUE GARCÍA (Efe)
photo_camera Pere Aragonés conversa con sus compañeros de partido Torrent y Sabriá. QUIQUE GARCÍA (Efe)

El candidato de ERC a la presidencia de la Generalitat, Pere Aragonès, no ha conseguido reunir los apoyos necesarios para ser investido este viernes en primera vuelta, ya que JxCat se ha abstenido y ha exigido más tiempo para negociar un acuerdo, más allá de la segunda votación del próximo martes.

La tirantez entre ERC y JxCat, que negocian repetir su coalición de gobierno con el apoyo de la CUP, se ha puesto otra vez de manifiesto en el Parlament, esta vez en el Auditorio de la planta baja –más espacioso y ventilado que el hemiciclo para acoger a los 135 diputados–, en un debate de investidura con un final previsible.

En la votación –uno por uno, desde sus escaños, los diputados han ido anunciando en voz alta su voto–, Aragonès ha recabado 42 apoyos –de ERC y la CUP–, 61 votos en contra –del PSC, Vox, En Comú Podem, Ciudadanos y el PPC– y 32 abstenciones de JxCat.

No han servido las apelaciones de Aragonès a JxCat a superar las "desconfianzas" y forjar un Govern que impulsará, ha prometido, un "acuerdo nacional por la amnistía y la autodeterminación".

El primer signo de malas vibraciones entre los actuales socios del Govern se ha visto al final de la hora y 40 minutos de discurso de Aragonès, a quien los 33 diputados de ERC han aplaudido en pie, mientras la bancada de JxCat permanecía quieta en sus asientos.

Molestos con el modo de negociar de ERC, que ha priorizado alcanzar un acuerdo con la CUP en lugar de atar antes el apoyo del que debe ser su principal socio de gobierno, en JxCat han anticipado que tampoco en la segunda vuelta Aragonès podrá ser investido.

El presidente del grupo de JxCat, Albert Batet, ha pedido a Aragonès que renuncie a la segunda votación hasta que haya un acuerdo.

"Tras la votación de hoy, con voluntad firme y compromiso político de encontrar un buen acuerdo, que vemos posible en los próximos días o semanas, le pedimos que renuncie a la segunda votación de investidura hasta que no haya un acuerdo entre los 74 diputados independentistas", ha afirmado.

En la réplica, Aragonès ha cerrado la puerta a la posibilidad de aplazar la segunda vuelta, porque no ve "diferencias insalvables" entre las posiciones de ERC y JxCat y porque hay que evitar "demoras innecesarias" y configurar cuanto antes un nuevo Govern.

Aragonès ha dicho compartir "casi en su totalidad" el programa social y económico expuesto por JxCat, ha ofrecido "mejorar" los mecanismos de coordinación entre fuerzas independentistas, en alusión velada al Consejo por la República, y ha dicho aceptar "íntegramente" el programa de Junts sobre qué hacer si el independentismo llega al 50% de los votos en las elecciones.

En la contrarréplica, Batet ha reiterado su petición de renuncia a la segunda votación: "Muy posiblemente de hoy al martes no habrá tiempo de llegar a un buen acuerdo".
Después de la votación fallida de hoy, se ha activado la cuenta atrás de dos meses para intentar la investidura, y si no la hay serán convocadas automáticamente elecciones para el mes de julio.

Al margen de la pugna entre ERC y JxCat, el líder del PSC en el Parlament, Salvador Illa, ha recetado "seny" a Aragonès y ha defendido que los resultados del 14F permiten una alternativa de izquierdas a un independentismo que insiste en la "confrontación".

Illa ha pedido a Aragonès que abandone "los planteamientos divisivos" y haga de la negociación una de las máximas de su mandato si es el próximo president: "Si sale elegido, le ayudaré a reactivar la mesa de diálogo", ha asegurado.

En un auditorio semivacío, porque diputados de PSC, ERC, JxCat, la CUP y los comunes han abandonado la sala en ese momento en señal de rechazo, ha debutado en el Parlament el líder de Vox en Cataluña, Ignacio Garriga, que ha prometido librar una "batalla frontal" contra el independentismo y la izquierda.

La diputada de la CUP en el Parlament Laia Estrada ha emplazado a JxCat a "hacer pinza" para mejorar el acuerdo al que han llegado los anticapitalistas con ERC para investir a Aragonès.

La líder de los comunes en el Parlament, Jéssica Albiach, ha afirmado que JxCat está "humillando" a Aragonès y le ha animado a construir una alternativa de izquierdas "con lealtad" y "sin puñaladas".

El presidente del grupo parlamentario de Cs, Carlos Carrizosa, ha pronosticado que un nuevo Govern independentista abocará a Cataluña a "la ruina y el caos" y ha advertido: "No nos dejaremos avasallar".

El líder del PPC en el Parlament, Alejandro Fernández, ha justificado su 'no' a Aragonès por su "nefasta gestión", su objetivo independentista y su agenda política "de extrema izquierda".

La portavoz parlamentaria de ERC, Marta Vilalta, ha cerrado las once horas de debate afirmando que es "incomprensible" que JxCat "bloquee" el acuerdo: "La unidad no se predica, se practica".

El pleno ha venido precedido de una polémica: la Mesa, con mayoría independentista, ha acordado –con la abstención del abogado de JxCat Jaume Alonso-Cuevillas– permitir el voto delegado del diputado de JxCat Lluís Puig, huido en Bélgica, una decisión que Cs, Vox y el PPC han anunciado que llevarán al Tribunal Constitucional.

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