Los líderes de Podemos y de Izquierda Unida, Pablo Iglesias y Alberto Garzón, han pedido este miércoles al PSOE que cree un Gobierno en coalición con Unidas Podemos porque es la única forma de defender los derechos de los trabajadores.
En declaraciones a los medios al inicio de la manifestación que UGT y CCOO han organizado con motivo del Primero de Mayo, el líder de Podemos ha asegurado que a los trabajadores "les interesa" un Gobierno de coalición que garantice una estabilidad parlamentaria imprescindible y una política de izquierdas.
De esta forma, ha dicho, se podrá acabar con la temporalidad y asegurar la actualización del sistema de pensiones y los artículos sociales de la Constitución "concebidos para proteger a la gente".
Asimismo, ha apuntado que la CEOE -que el pasado lunes pidió al PSOE que no pactara el Gobierno con Podemos- "ha dejado claro el Gobierno que les gustaría: uno con Ciudadanos o en solitario, que en la práctica se apoyaría para las decisiones económicas en la derecha".
En este sentido, Iglesias ha asegurado: "Nuestra mano está tendida, sin líneas rojas, para una negociación con el Gobierno de un programa progresista y con equipos de gobierno que aseguren la implementación de este programa".
Por su parte, el líder de Izquierda Unida ha explicado que el Primero de Mayo es un día de reivindicación, festivo, para reclamar derechos laborales y, este año, se produce en un momento en el que dentro de tres semanas habrá unas elecciones, acaban de terminar otras y en el que "está en el aire" cómo se va a construir un nuevo Gobierno.
Por ello, Garzón ha expresado que "la defensa de los trabajadores se hace recuperando sus derechos", algo que sólo se puede hacer "por la izquierda", al tiempo que ha alertado de que hay sectores en el PSOE que piden un pacto con Ciudadanos, una opción que ha considerado "de regresión".
"Hay posibilidad de derogar las reformas laborales lesivas y de subir salarios y eso sólo es posible con un acuerdo entre PSOE y Unidas Podemos", ha concluido.
En concreto, el empresario recibirá este año 1.626,2 millones de euros en concepto de dividendos de la compañía, por encima de los 1.386 millones que percibió por este concepto el año pasado.
En los 1.626,2 millones de euros que ingresará Ortega este año se incluye, además del dividendo ordinario, el dividendo extraordinario de un euro por acción a repartir en tres años que la firma textil propondrá a la junta de accionistas.
Así, el consejo de administración planteará a la junta, que se celebrará en julio, una nueva política de dividendos. El dividendo ordinario supondrá un 'pay out' del 60% del beneficio -frente al 50% actual-, y además se distribuirá, como dividendo extraordinario, un total de un euro por acción a percibir entre los años 2019, 2020 y 2021.
El primer efecto de esta política es un incremento del dividendo del 17% en el presente año, que supone repartir 0,88 euros por acción, 0,66 euros como dividendo ordinario y 0,22 euros, extraordinario. Un primer pago de 0,44 euros se realizará este jueves, 2 de mayo, y el segundo pago por la misma cantidad el próximo 4 de noviembre.
Amancio Ortega es el primer accionista del gigante textil, con una participación del 59,294%, equivalente a un paquete de 1.848 millones de acciones.
Por su parte, su hija Sandra Ortega, que posee el 5,053% de la firma gallega, cobrará este año más de 138 millones de euros en dividendos de Inditex, la mitad también este jueves, frente a los 118,1 millones que percibió el año anterior.
En total, la compañía pagará este año a sus accionistas en concepto de dividendo más de 2.742 millones de euros, frente a los 2.335 millones de euros que abonó en 2018.
El fundador de Inditex invierte parte de los dividendos que recibe de la compañía textil en el sector inmobiliario a través de su firma de inversión Pontegadea Inmobiliaria. Ortega posee la mayor inmobiliaria española, centrada en la compraventa y alquiler de grandes edificios, con una cartera de activos inmobiliarios integrada fundamentalmente por edificios de oficinas, no residenciales, situados en el centro de grandes ciudades en España, Reino Unido, Estados Unidos y Asia.
Así, el valor razonable del conjunto de la cartera inmobiliaria del grupo ascendió a 8.759 millones de euros, según se recoge en las cuentas anuales de 2017.
Tras meses de negociaciones, el fundador de Inditex cerró a finales de marzo la compra de parte de la sede central de Amazon en Seattle en una operación valorada en 740 millones de dólares (658 millones de euros). Se trata de su mayor compra en Estados Unidos y la segunda mayor de su historia, después de adquirir el verano pasado el edificio 'Adelphi' en Londres a Blackstone por unos 600 millones de libras (698 millones de euros).
