Tomás Gimeno, asesino de sus hijas Anna y Olivia, envió un audio a Beatriz, madre de las pequeñas, pidiéndole que fuese a recoger unos cuadros al cabo de unos días, algo que el portavoz de la familia ha definido como un "acto depravado".
Joaquín Amills, representante de la familia y presidente de la organización SOS Desaparecidos ha confirmado en una entrevista al medio Almería Hoy que esta ha sido uno de los últimos momentos de vida de las niñas, justo antes de que su padre las matese y llevase sus cuerpos al barco para luego echar sus cuerpos al mar.
"Hizo que la pequeña Olivia grabara un audio encargando a su madre recoger unos cuadros. Tomás Gimeno envió a Beatriz un último recuerdo. Una maldad propia de un ser depravado. En ese momento asesinó a sus dos hijas".
Al no volver sus hijas a casa, Beatriz llamó otra vez a su expareja y según la reconstrucción hecha a través de los registros de los móviles y las cámaras, pero ya Tomás ya no le volvería a coger el teléfono.
Tras el audio de la pequeña, y matar a sus dos hijas, metió sus cuerpos en bolsa que cargó en el coche junto a unos pesos que utilizaría como lastres.
Amills destaca la "frialdad" demostrada por Gimeno al considerar sus últimas acciones. "Había preparado hasta el último detalle al coger el perro para dejarlo en casa de sus padres, a los que también entregó las tarjetas bancarias con los números pin, así como la documentación del auto que les había transferido un día antes", señala.
