El Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) ha informado este jueves de que, a falta de pruebas médico forenses más determinantes, el cuerpo hallado en el mar corresponde "prácticamente con toda seguridad" a Olivia, de seis años, que desapareció junto a su hermana, Anna, de uno, y su padre, Tomás Gimeno, en Tenerife el pasado 27 de mayo.
El cuerpo fue hallado por el robot del buque oceanográfico gallego Ángeles Alvariño cuando rastreaba la zona donde se perdió la conexión del teléfono de Tomás Gimeno la noche del 27 de abril, cuando no devolvió a las nueve de la noche a las dos niñas, tal y como tenía pactado con la madre de las menores.
El cuerpo de Olivia fue hallado a 1.000 metros de profundidad a unas tres millas de la costa tinerfeña, y se encontraba en el interior de una bolsa de deportes amarrada al ancla de la lancha de Tomás Gimeno, informa el Tribunal Superior de Justicia de Canarias. Junto a ella, se encontraba otra bolsa de deportes vacía.
El TSJC ha comunicado que la magistrada titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Güimar practicó en el Instituto Anatómico Forense de Tenerife, en La Laguna, el levantamiento del cadáver de la niña, que fue trasladado a tierra sobre las 18.00 horas.
Mientras tanto la Guardia Civil prosigue en la zona los trabajos de rastreo, a una milla naútica del puerto de Güímar.Desde el pasado 30 de mayo el buque del Instituto Español de Oceanografía rastrea el litoral de Tenerife en busca de algún rastro de Olivia y Anna, de un año.
El padre de las menores fue visto por última vez en la marina de Santa Cruz de Tenerife cargando su lancha con varias bolsas y llegó a zarpar hasta en dos ocasiones, aunque nunca fue visto con las menores.