El independentismo celebra un 1-O de perfil bajo y con llamada a la desobediencia

Aún bajo el impacto de la Operación Judas, que ha comportado prisión preventiva para siete activistas acusados de terrorismo, hoy apenas ha habido noticias de los CDR
Manifestación en Barcelona. EFE
photo_camera Manifestación en Barcelona. EFE

El independentismo ha conmemorado el segundo aniversario del referéndum unilateral del 1-O en una jornada de perfil bajo, muy diferente de la de hace un año, sin protagonismo de los Comités de Defensa de la República (CDR) y a la espera de responder con "desobediencia civil" a la sentencia del 'procés'.

No ha habido ni los cortes de carreteras que caracterizaron el 1 de octubre de 2018 desde primera hora de la mañana, ni las acciones sorpresa convocadas por los CDR a través de las redes sociales y que obligaron a cortar entonces numerosas calles de Barcelona, ni ocupaciones de vías de tren, ni choques con los Mossos d'Esquadra.

Aún bajo el impacto de la Operación Judas, que ha comportado prisión preventiva para siete activistas acusados de terrorismo, este martes apenas ha habido noticias de los CDR.

Sí han difundido por la mañana, desde su cuenta oficial en Twitter, un comunicado en el que aseguran que el Estado actúa “como una bestia malherida dispuesta a atacar ferozmente” y advierten de que serán ellos quienes harán "temblar al enemigo”.

Ha habido movilizaciones en numerosas localidades, entre ellas Tarragona, Lleida y Girona -donde se ha organizado una marcha de antorchas-

En la calle, los CDR y otras organizaciones habían convocado por la mañana una concentración frente al cuartel de la Guardia Civil de Girona, que ha congregado a unas 300 personas, una de las cuales ha sido identificada por los Mossos por el lanzamiento de huevos con pintura.

En Barcelona, partidos y entidades independentistas han exhibido unidad con una comparecencia, donde han llamado a responder a una eventual sentencia condenatoria "de manera masiva desde la lucha no violenta y la desobediencia civil".

JxCat, ERC, la CUP, la ANC y Òmnium Cultural no han concretado aún ninguna de las acciones que preparan, pero sí han remarcado que "la desobediencia civil y la movilización ciudadana pacífica son los principales instrumentos que tiene la ciudadanía para responder a los abusos de poder y las situaciones de injusticia".

Los dos socios del Govern también han querido transmitir -pese a sus discrepancias estratégicas- una imagen de unidad, con una puesta en escena de todos los miembros del ejecutivo catalán en el Pati dels Tarongers del Palau de la Generalitat, donde el president, Quim Torra, ha leído un manifiesto en el que se subraya su compromiso en avanzar "sin excusas" hacia la consecución de la independencia.

Ha sido una jornada de dispersión de concentraciones y eventos para conmemorar la efeméride independentista por toda Cataluña, si bien la convocatoria más numerosa ha sido la manifestación de la ANC en Barcelona, que ha congregado a unas 18.000 personas, según la Guardia Urbana.

Ha habido movilizaciones en numerosas localidades, entre ellas Tarragona, Lleida y Girona -donde se ha organizado una marcha de antorchas-, así como una confluencia de diversas manifestaciones en el centro penitenciario de Lledoners (Barcelona), adonde han acudido numerosos diputados independentistas, entre ellos Laura Borràs, Eduard Pujol y otros representantes de JxCat.

ERC ha querido marcar perfil propio convocando un acto en el municipio de Fonollosa (Barcelona), escenario de cargas policiales el 1 de octubre de 2017, desde donde el vicepresidente del Govern, Pere Aragonès, ha advertido al PSOE de que "utilizar" el artículo 155 de la Constitución como una "subasta electoral" para competir con PP y Cs "le hará fracasar" en Cataluña.

Por su parte, el líder de Vox, Santiago Abascal, ha visitado varios cuarteles de la Guardia Civil en Cataluña, coincidiendo con el 1-O, para agradecerles "su sacrificio en la defensa de España". 

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