España registró este lunes una cifra récord de llegada de inmigrantes en un solo día por vía marítima, contabilizando los alrededor de 8.000 personas que han llegado a la ciudad autónoma desde el lunes . Este martes, la frontera del Tarajal que separa Ceuta de Marruecos ha registrado desde primera hora nuevas entradas por mar, mientras que el Ejército se ha desplegado en la zona para intentar contener a los centenares que aguardan en el otro lado de la frontera. España a devuelto unas 4.000 personas, según Interior.
Hasta ahora, la cifra más alta de inmigrantes llegados por mar se había registrado el pasado mes de noviembre con la sucesiva llegada de cayucos a Canarias. Entonces, entre el sábado 7 y el domingo 8, las islas recibieron a 2.188 inmigrantes en 58 pateras o cayucos. Esa cifra significó entonces un doble récord en España: nunca habían llegado tantas personas en 48 horas, ni habían entrado tantos inmigrantes en un solo día: 1.461 el sábado 7.
Las cifras de este lunes superaron esos registros muy ampliamente y no tienen precedente ni en la crisis de los cayucos de Canarias de 2006, con casi 32.000 llegadas a las islas ese año, ni en 2018, cuando se marcó la cifra más alta de llegadas a España por mar de la historia, con 57.500, casi todas por el estrecho de Gibraltar y por el mar de Alborán.
Estos hechos se producen apenas una semana después de que el Gobierno marroquí avisara de que la acogida en España por motivos humanitarios del líder del Polisario, Brahim Ghali, podría tener "consecuencias". Con todo, la ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya, aseguró este lunes que no le constaba que el Gobierno marroquí hubiera optado por abrir la mano en el control de los migrantes como medida de presión.
[ Jóvenes esperan el momento de cruzar la frontera de Marruecos. MOHAMED SIALI (Efe) ]
Según ha comprobado Efe y han señalado fuentes militares, la presión migratoria se ha mantenido a lo largo de toda la madrugada en pequeños grupos, después de que en la jornada del lunes accediesen unas 5.000 personas, de ellas 1.500 menores de edad. Las entradas de este martes se han reducido, a pesar de lo cual varios inmigrantes marroquíes han conseguido burlar el control fronterizo, que también supone la presencia de las patrulleras de la Guardia Civil en la misma playa.
La presión migratoria fue constante a lo largo de toda la jornada del lunes en Ceuta y la Delegación del Gobierno en la ciudad autónoma ha pedido "tranquilidad" a la población. Ha añadido que se están realizando en coordinación con el Gobierno de España todas las "acciones necesarias" para "revertir la actual situación y volver cuanto antes a la normalidad".
BRUSELAS ENVÍA UN MENSAJE A RABAT. El presidente del Consejo europeo, Charles Michel, ha expresado este martes su "apoyo y solidaridad" con España tras la llegada irregular de miles de migrantes a Ceuta desde territorio marroquí, al tiempo que se ha unido al aviso lanzado por Bruselas para recordar a Rabat que la frontera de la ciudad autónoma es también una frontera de la Unión Europea.
"La cooperación, la confianza y los compromisos compartidos deben ser los principios de una relación fuerte entre la Unión Europea y Marruecos", ha escrito Michel en una breve declaración difundida a través de su cuenta oficial de Twitter.
A este mensaje, el exprimer ministro belga ha añadido un mensaje en español para mostrar "todo el apoyo y solidad con España" y subrayar que "las fronteras de España son las fronteras de la Unión Europea".
Según han informado a Efe fuentes policiales, los inmigrantes han entrado en Melilla en varios grupos, el primero de ellos más numeroso, y una vez en la ciudad se han dirigido a la carrera hacia el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (Ceti), escoltados por patrullas de la Guardia Civil y la Policía Local. Los subsaharianos han recorrido el Paseo Marítimo celebrando su entrada a la ciudad con muestras de alegría y gritos de euforia.
El presidente de Melilla, Eduardo de Castro, ya expresó este lunes la preocupación de su Gobierno por la entrada masiva que se estaba produciendo en Ceuta, y su antecesor y líder regional del PP, Juan José Imbroda, advirtió de que "después vendrá Melilla".
