Interior planea encuentros entre víctimas y terroristas

El plan de reinserción de presos terroristas incluye la posibilidad de celebrar "encuentros de reparación" para que pidan perdón a las víctimas directas de los atentados por los que cumplen condena, aunque no será un requisito para que sean admitidos en el programa si se desvinculan de ETA.

Para satisfacer esa petición de perdón, que ya es un requisito legal para acceder al tercer grado, el programa de reinserción, según ha informado el Ministerio del Interior, contempla encuentros entre víctimas o sus familiares con presos que cumplen condenas por delitos de terrorismo. La aceptación del encuentro partirá siempre de la víctima, que tendrá que ser la directamente perjudicada por el delito o sus allegados más cercanos.

El documento, que Interior ha comenzado a remitir a los grupos parlamentarios, recuerda además que el programa "no modifica, en ningún caso, los requisitos que los internos tendrán que cumplir para tener acceso a los beneficios penitenciarios tasados en la ley". De la misma forma, el penado que otorga el perdón deberá ser el autor material o el cooperador directo del hecho delictivo que ha causado el daño. El encuentro irá precedido de la preparación necesaria para que, en ningún caso, esta actividad pueda suponer un incremento del estado de aflicción de la víctima.

En el Plan Integral de Reinserción de presos terroristas, que se desarrollará en todos los centros penitenciarios, preferentemente, los del País Vasco, podrán participar todos los presos que lo acepten de forma voluntaria e individual y que además acrediten "el rechazo a la violencia y su desvinculación de la organización criminal", sea ETA, GRAPO o cualquier otro grupo terrorista. No obstante, los participantes podrán ser expulsados del programa si en algún momento el interno manifiesta una "actitud contraria a los objetivos de reinserción".

UN ACUERDO POR MAYORÍA
El documento de Interior ha tenido también en cuenta el acuerdo alcanzado entre PP, PSOE, CiU y el PNV el pasado 21 de febrero en el Congreso, que instaba al Gobierno a favorecer la "convivencia social sobre los principios que sustentan el Estado de Derecho".

En ejecución de esta iniciativa, el programa ha incluido una serie de actuaciones orientadas a inculcar en los presos los valores de una ciudadanía libre y responsable, con respeto a los derechos fundamentales, entre las que destacan los cursos, coloquios y conferencias para "robustecer" la conducta democrática. Además, el programa prestará especial atención a la realización de actividades culturales, formativas y laborales, encaminadas a la capacitación socio-profesional del penado, que contribuyan a su reinserción social y laboral en el momento en el que recuperen su libertad.

El equipo de tratamiento de la prisión será el encargado de realizar el seguimiento "minucioso" de las diferentes actividades del programa de reinserción para evaluar la evolución de quienes se hayan acogido al mismo.

Comentarios