A juicio cuatro narcos por dejar morir a una mula y abrirle para sacarle la droga

a Fiscalía Antidroga pide en total por ambos delitos una condena de 30 años de cárcel para el presunto líder de la organización

Cuatro narcos serán juzgados a partir del lunes en la Audiencia Nacional por delitos contra la salud pública y homicidio por haber dejado morir a una de las mulas que colaboraba en los transportes de droga y al que abrieron en canal para recuperar las 67 cápsulas de cocaína que acababa de ingerir. La Fiscalía Antidroga pide en total por ambos delitos una condena de 30 años de cárcel para el presunto líder de la organización Heriberto Reyes, Yoni, y 24 años para sus tres directos colaboradores Benjamín Guzmán, Alexander Méndez y Alba Leidy Cabrera, sobrina de Reyes.

La mula, Fernando Bernardo, que llevaba desde 2001 colaborando con Reyes y que falleció en 2014 por la rotura de una de las cápsulas que acababa de tragarse, había manifestado en ocasiones a su mujer a través de WhatsApp su intención de abandonar esta actividad porque empezaba a encontrarse mal de salud, según consta en la causa.

La organización para la que colaboraba se dedicaba a introducir cocaína a España procedente de República Dominicana y para ello contactaba con personas dispuestas a hacer de mulas, muchos de los cuales eran adictos a la cocaína que habían contraído una deuda con Reyes, quien, para saldarla, les conminaba a realizar los transportes.

Bernardo comenzó a realizar estos viajes en 2001 y llegó a contraer con Reyes una deuda de 14.000 euros por su adicción a la cocaína. Años después, Reyes se fue a vivir a Berna (Suiza) y a partir de 2013 los transportes comenzaron a realizarse entre España y Suiza.

Dos veces al mes, Reyes compraba alrededor de un kilo de cocaína y avisaba a Bernardo, quien se desplazaba a Burgos y una vez allí Guzmán le recogía y le llevaba a un piso de seguridad, ocupado por los otros dos integrantes del grupo. En esa vivienda ingería las cápsulas y después viajaba con Reyes a Suiza donde expulsaba la droga y regresaba en avión a España.

Tras varios viajes, el 7 de julio de 2014, Bernardo comenzó una nueva ingesta y después de tragarse 67 cápsulas comenzó a sentirse mal, por lo que pidió la ayuda a los dos colaboradores de Reyes, que en ese momento no se encontraba en el domicilio. "Pese a que Fernando comenzó a vomitar y a tener convulsiones, y que tanto Alba como Alexander conocían perfectamente que Fernando había estado ingiriendo cápsulas de cocaína y consecuentemente el riesgo para la vida que este proceso implicaba, ninguno de ellos solicitó asistencia médica", destaca la Fiscalía.

Por el contrario, los colaboradores llamaron a su jefe y éste al constatar la gravedad del estado del mula, les pidió que se marcharan para comprar agua destilada, guantes y bolsas de basura.

Poco después, Bernardo fallecía y con el propósito de recuperar las cápsulas, Reyes le practicó al cadáver una laparatomía o apertura de la cavidad abdominal para acceder al intestino.

Acto seguido, Guzmán, Cabrera y Méndez "decapitaron y desmembraron el cadáver, repartiendo los miembros en distintas bolsas de plástico que introdujeron en una maleta". Al día siguiente, Reyes, tras ocultar las cápsulas de cocaína en su coche, se dirigió con la maleta a Francia y se deshizo de ella en una zona boscosa de Tarnes (Francia) y prosiguió su viaje a Suiza.

Horas después resultó detenido cuando trataba de cruzar la frontera suiza, donde le fueron intervenidas las cápsulas, por lo que fue condenado el 22 de marzo de 2016 a 4 años y 6 meses de cárcel por narcotráfico.

El hallazgo del cadáver del mula permitió relacionarlo con Reyes, porque en la autopsia se le detectaron altas concentraciones de cocaína y tres cilindros idénticos a los que se intervinieron con cocaína al considerado líder de la organización.