El presidente de FC Barcelona, Joan Laporta, ha participado este jueves en la tradicional marcha de antorchas que organiza Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) cada 15 de octubre. El acto se celebra en el Castillo de Montjuic (Barcelona) para recordar al ex presidente de la Generalitat, Lluís Companys, fusilado en ese lugar hace 69 años. El presidente del Barcelona ha aprovechado este contexto para hacer un llamamiento a "levantarse ante quienes cada día del año tratan a Cataluña con intransigencia" y ha dejado claro que, a pesar de que se le ha "intentado callar muchas veces", no piensa hacerlo.
Laporta, que ha sido el invitado de ERC este año a participar en dicha conmemoración, ha asegurado que el fusilamiento de Companys por parte del franquismo "nos exige que nuestra acción sea coherente" con la identidad nacional catalana "durante el resto del año", y ha añadido que el recuerdo de aquel "asesinato" ha de hacer que se hable "claro" y se deje de "tener miedo". Además, ha subrayado que "no son momentos de tibieza, sino de plenitud nacional, de no pedir perdón por levantarnos".
"Son momentos de levantarnos ante quienes cada día del año tratan a Cataluña con intransigencia. Trabajar por la plenitud nacional es tan justo como rendir homenaje a Companys", ha espetado Laporta, cuya presencia ha atraído a numerosas televisiones y fotógrafos. Acompañado por el presidente de ERC, Joan Puigcercós, y otros dirigentes de la formación independentista, Laporta ha comentado: "A los políticos a veces se os intenta callar apelando al bien general. También a mí se me ha intentado callar muchas veces".
Los coqueteos políticos de Laporta
El dirigente azulgrana nunca ha escondido sus ideas políticas, lo que le ha llevado a recibir muchas críticas. Unas vienen por el lado deportivo y giran en torno al hecho de considerar que aprovecha su cargo para lanzar mensajes ideologizantes, mientras que otras atacan directamente a sus tendencias independentistas. Joan Laporta, por este motivo, ha protagonizado en las últimas semanas varios rifirrafes dialécticos con dos presidentes autonómicos, Miguel Ángel Revilla (Cantabria) y Guillermo Fernández Vara (Extremadura).
El problema con el presidente cántabro se produjo en el partido que enfrentó a Barcelona y Racing de Santander el pasado 22 de septiembre. El político montañés destacó que el máximo mandatario del conjunto azulgrana afirmó que "España está machacando a Cataluña", algo que lamentó Revilla debido a que "Laporta hace un grandísimo daño a su equipo", ya que hay que separar "a los catalanes de personajes como Laporta", añadiendo que "la gente catalana es fantástica y no se puede generalizar".
Por su parte, Fernández Vara (aficionado azulgrana), conocía a Laporta desde hace tiempo pero, con un artículo suyo en un medio deportivo de Extremadura, levantó la polémica. El mandatario extremeño acusaba a Laporta de excluír a los barcelonistas no catalanes con su discurso político. Posteriormente declaró que Laporta le llamó para insultarle y el presidente del Barça replicó que "nos tienen ganas, y no paran con este intento de desestabilizar".
Los dos presidentes autonómicos, que para nada comparten las tesis políticas de Laporta, no han sido indiferentes a la participación del mandatario azulgrana en la manifestación unitaria de las plataformas soberanistas organizada con motivo de la Diada del 11 de septiembre o a su intercambio de elogios con el líder de Reagrupament.cat, el ex conseller de ERC, Joan Carretero. Y es que Laporta no deja indiferente a nadie.
