Lorenzo Silva pide en el Congreso un mayor control sobre la piratería

El escritor denuncia la falta de interés en España por proteger la cultura
Lorenzo Silva
photo_camera Lorenzo Silva

El escritor Lorenzo Silva considera ineficaz la actual legislación española para luchar contra la piratería, según ha explicado durante su comparecencia ante la Comisión de Cultura del Congreso, en la que ha explicado que lo único que puede hacer es rastrear él mismo en internet las páginas en las que piratean sus libros y presentar una denuncia.

De hecho, ha animado a los diputados presentes en la comisión a hacer un 'googlelazo' poniendo su nombre, la palabra libro y 'epub' para descubrir que hay un centenar de resultados para descargarse sus obras de manera ilegal por internet. "En una página ofrecen 30 libros de golpe, hay una persona, que no sé quién es, que se arroba el derecho de dispensar gratuitamente para el usuario, supongo que con beneficios para él, la mitad del trabajo de mi vida", ha señalado.

"Frente a eso, lo único que puedo hacer es encargarme yo de rastrear por la red a las personas que han tenido la ocurrencia de apropiarse de mi trabajo y denunciarlos" ha indicado. Además, esta denuncia debe hacerla con arreglo a la ley estadounidense, porque en España "no reconoce esa apropiación de la obra".

SEIS PÁGINAS CERRADAS EN VARIOS AÑOS

Preguntado acerca del funcionamiento de la Administración en estos casos, el escritor ha señalado que se trata de un proceso con una gran carga de formularios y trámites. "Ya trabajo suficientes horas como para embarcarme en un proceso que no tiene mucha salida, según me han comentado algunos compañeros", ha declarado.

En este sentido, el Premio Planeta también ha criticado que lo único que ocurre tras una posible denuncia es que ese enlace desaparece de la página donde lo había encontrado "para aparecer casi inmediatamente en otra".

Así, ha señalado que "la ley española ha conseguido en sus años de implantación el cierre de seis páginas" cuando, según ha insistido, sólo de su persona hay "cientos de enlaces para descargas". "El control que existe sobre esa práctica se refleja en la búsqueda de Google, no hay ninguna", ha sentenciado.

En definitiva, ha lamentado que en España ya existe una cultura de la apropiación intelectual e, incluso, una "normalización absoluta de las descargas" hasta el punto de que los usuarios "no esconden estas prácticas que son irregulares".

Así, ha explicado que la gente que se descarga libros gratis en internet "no es culpable" porque "el país en el que vive le permite hacerlo sin problemas".

En este sentido, ha denunciado la desprotección "absoluta" de los autores que, según ha explicado, sólo cuentan con "derecho nominales" y el "respeto de las personas de buena voluntad" que forman parte de las cadena del libro: editores, agentes, libreros y lectores que compran de manera legal.

NO ES RENTABLE TRADUCIR AL ESPAÑOL

Entre las consecuencias de esta práctica, el autor ha indicado que el mercado español se ve huérfano de importantes autores, que si se traducen al italiano, alemán, holandés o checo, pero que "no compensa traducirlos al español". "Por eso muchos no lo hacen", ha lamentado.

Del mismo modo, ha negado que el libro electrónico haya traído la democratización se la cultura y la llegada de nuevos autores, tal y como se vaticinaba. A su juicio, esta oferta "ilegal" ha devenido en un acceso "indiscriminado a la cultura".

"Esa predicción ha fallado y se puede ver en los catálogos editoriales que cada vez se cierran más a los nuevos valores", ha insistido. En su opinión, con el camino de la autopublicación digital, que es lo más reclamado ahora por los nuevos escritores, sólo uno de cada 5 o 6 millones de casos se puede convertir en un 50 sombras de Grey". Para Silva esto demuestra que el apoyo a la creación literaria en esta era "es nulo".

Finalmente, el escritor ha defendido que España ha llegado tarde "y arrastrando los pies" a la publicación digital. Sin embargo, "una vez que se dieron cuenta, hicieron los deberes muy rápido y lo corrigieron". A su juicio, lo que falta ahora es que esta rapidez llegue a las normas.

Comentarios