Los afectados por la hepatitis C anuncian una ''masiva cadena humana'' y una querella contra Ana Mato

La Plataforma de Afectados por la hepatitis C ha anunciado hoy que se querellará contra la exministra de Sanidad Ana Mato por omisión del deber de socorro, ya que la responsabilizan de los cerca de 4.000 muertos por esta enfermedad en este año, a los que no se les dio el medicamento Sovaldi.

Desde la puerta del Hospital 12 de Octubre de Madrid, donde cerca de ochenta personas están encerradas, por turnos, desde hace trece días para pedir que los nuevos fármacos lleguen a todos los afectados, esta Plataforma ha informado también que harán llegar el problema al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

Una "masiva cadena humana" unirá el próximo 10 de enero el citado centro sanitario con el Palacio de La Moncloa para entregar una carta en la que le exigirán que los nuevos tratamientos contra la enfermedad se faciliten a cualquier enfermo.

Ese mismo día también habrá movilizaciones similares en toda España, ha asegurado el presidente de este Plataforma, Mario Cortés, que ha rechazado las declaraciones del secretario general de Sanidad, Rubén Moreno, que ayer dijo que en 2015 la nueva medicación llegaría a cerca de 7.000 enfermos.

De hecho, el Ministerio de Sanidad ha informado de que ha trasladado hoy a las comunidades autónomas su "compromiso" para hacer llegar a los pacientes los nuevos medicamentos en "condiciones de equidad" y para todas las personas que los necesiten, de acuerdo con los criterios clínicos establecidos.

Las declaraciones de Moreno demuestran "la falta de voluntad política del Gobierno para solucionar el problema", según Cortés, que ha reclamado, como sostienen los hepatólogos, que los nuevos fármacos lleguen a 30.000 enfermos en 2015.

Así lo cree necesario el presidente de la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH), Jaume Bosch, quien ha dicho hoy que suministrando esta nueva medicación a 30.000 personas en 2015, se atendería a aquellos pacientes que se encuentran en una situación más crítica. A su juicio, los 7.000 que calcula el Ministerio alcanzarían a atender a los pacientes de riesgo durante dos meses.

En España unas 50.000 personas están diagnosticadas de hepatitis C, aunque se calcula que más de 480.000 están infectadas por el virus.

A pesar de que el medicamento Sovaldi fue autorizado en España el pasado enero, sólo se ha administrado a unas 500 personas y desde entonces han muerto unos 4.000 enfermos, lo que supone la base de la querella que interpondrán contra Mato en la Audiencia Nacional por omisión del deber de socorro, previsiblemente el 12 de enero, ha destacado la Plataforma.

Mato tiene "la responsabilidad" de esas muertes, ha resaltado el vicepresidente de la Plataforma, Damián Caballero.  Además, Mario Cortés ha explicado que la querella también responde a los tratamientos que se están denegando y que "conlleva un perjuicio en la salud de los afectados". "Nos vamos deteriorando y nos podían haber tratado hace tiempo, muchos llegaremos tarde a los tratamientos, otros llegarán con muchas secuelas y esto, desde luego, lo tienen que pagar", ha enfatizado.

La Plataforma ha solicitado una reunión con el nuevo ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, para "desbloquear" el problema.

Otra de las nuevas iniciativas de esta Plataforma, que seguirá con su encierro en Madrid y, probablemente en hospitales de otras ciudades, es ir al Congreso para pedir una partida presupuestaria extraordinaria en 2015 para que todos los afectados por esta enfermedad puedan disponer de los nuevos fármacos.

Y a finales de enero, una caravana viajará hasta Bruselas para exponer la situación ante los europarlamentarios. "Cada dos horas muere un enfermo de hepatitis C en España", "que pongan el dinero encima de la mesa y que empiecen a dar los tratamientos ya. Los tratamientos existen, que nos los den", ha recalcado Cortés, quien ha agradecido, tanto el trato que están recibiendo del personal del Hospital 12 de Octubre como de la ciudadanía en general.

Eva Martínez, vocal de la junta directiva de esta Plataforma, ha apuntado que el encierro ha servido para "sacar a la luz pública" un problema sanitario pero también para contactar con las personas que "estaban pasando esto en silencio y que lo vivían en sus hogares sin ayuda e información".

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