Nueve de la decena de imputados por el acoso a diputados del Parlament el pasado 15 de junio que aún no han sido arrestados se han entregado este jueves en el juzgado de guardia de Barcelona para eludir a los Mossos d'Esquadra y evitar así su arresto.
Según han informado fuentes judiciales, nueve de los diez implicados que faltan por detener, de entre los 20 imputados por el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco, han comparecido voluntariamente este jueves ante el juez de guardia de incidencias de Barcelona para ponerse a disposición de justicia, lo que deja sin sentido su eventual detención por los Mossos d'Esquadra.
Los nueve indignados han tomado esta iniciativa tras tener conocimiento de que figuran en la lista que los Mossos d'Esquadra enviaron a la Audiencia Nacional, en la que identifican a 20 personas como autoras de los actos de acoso a diputados del Parlament.
Sólo uno de los indignados no ha acudido al juzgado de guardia a entregarse, ya que no ha podido ser localizado por los abogados de la comisión penal del movimiento Acampada de Barcelona.
Paralelamente, los imputados, a través de sus abogados, se han personado en la Audiencia Nacional para tener acceso a las diligencias abiertas por el juez Eloy Velasco por el bloqueo del Parlament del pasado 15 de junio.
Con esta iniciativa, los indignados pretenden desactivar la operación policial que los Mossos d'Esquadra desplegaron el lunes pasado para detener a los implicados en el acoso a diputados, con diez arrestados hasta ahora y, poniéndose a disposición de la justicia, evitar su detención.
A la espera de que el magistrado de la Audiencia Nacional dé una respuesta, los abogados de los indignados implicados en el acoso a los diputados del Parlament se entreganhan comunicado también a los Mossos d'Esquadra que ya se han puesto a disposición de la justicia de forma voluntaria.
En opinión de este portavoz, que ha resaltado que el juez Eloy Velasco en ningún momento ha ordenado la detención de los indignados, todos los identificados en el informe de los Mossos d'Esquadra tienen domicilio estable y, de hecho, la mayoría han sido arrestados en las inmediaciones de su casa o en su lugar de trabajo.
Con esta estrategia, los imputados pretenden evitar el daño para su imagen que supone su detención y los gravosos trámites que implica: ser esposados, clasificados en fichas policiales y encerrados en un calabozo, para ser puestos después en libertad con la citación judicial para comparecer en la Audiencia Nacional.
