El Consejo General del Notariado solicitará a los Ministerios de Justicia y de Economía y Hacienda una actualización del arancel notarial, que no ha sido revisado desde 1989, para paliar el descenso de la facturación y las pérdidas de algunas notarías a consecuencia de la crisis económica. Así lo han anunciado en una entrevista con Efe el presidente y el vicepresidente del Consejo General del Notariado, Manuel López Pardiñas y Joan Carles Ollé, elegidos el pasado 8 de agosto tras la dimisión de Javier Guerrero y Carlos Fernández de Simón.
"La gravedad y la persistencia de la crisis empieza a crear situaciones preocupantes en las notarías", ha señalado el nuevo presidente del Consejo, quien ha indicado que esto no solamente afecta a los casi 3.000 notarios españoles, sino también a los 16.000 empleados de las notarías.
Los despachos, según López Pardiñas, decano del Colegio Notarial del País Vasco, atraviesan una situación "complicada" desde 2007 debido a las caídas "espectaculares" que han experimentado los sectores de actividad de los que dependen: el inmobiliario, el financiero y el mercantil. El máximo representante de los notarios españoles ha subrayado que la crisis pone en peligro la sostenibilidad presente y futura del despacho notarial y ha apuntado que muchas notarías están en pérdidas, algunas se encuentran en concurso de acreedores y todas están haciendo un esfuerzo para mantener a sus empleados.
El presidente del Consejo General del Notariado se ha comprometido a hablar con las Administraciones para buscar soluciones a esta situación, que pasan, además de por la actualización del arancel notarial, por el incremento de las competencias de los notarios en determinados ámbitos de jurisdicción voluntaria o derecho mercantil, entre otras medidas. "No pedimos la revisión o modificación del arancel notarial porque no es el momento, sino una actualización, puesto que no ha sido revisado desde 1989", ha explicado.
