Los secretarios generales de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, y de UGT, Cándido Méndez, han subrayado hoy que no tolerarán que a los sindicatos se les imponga la ley del silencio, y han añadido que continuarán movilizándose contra las políticas que está llevando a cabo el Gobierno.
En declaraciones a RNE y a la Cadena Ser y antes de participar en la manifestación del Primero de Mayo en Madrid, Toxo ha señalado que los ciudadanos están ya al límite de su capacidad de aguante ante unas medidas que no van en la buena dirección.
Méndez ha dicho que está cada día más convencido de que las propuestas del Gobierno serán derrotadas ante la opinión pública.
Además, ha destacado que hay que luchar contra los efectos más nefastos de la recesión, como el incremento en la destrucción de empleo o el deterioro de los servicios públicos fundamentales, y que hay que desterrar el aprovechamiento inmoral de la crisis para hacer ajustes de cuentas.
Por ello, ha animado al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a unirse a la "oleada racionalista" y no a ser un dirigente "dócil y servil" de la canciller alemana, Angela Merkel.
Sobre el anuncio del Gobierno de continuar con las reformas y liberalizar determinados servicios, Toxo ha indicado que le suena más a privatización, y ha pedido que se deje ya de eufemismos para aprovecharse de la crisis, "cuando lo que se quiere es un cambio radical del modelo social".
En cuanto a la posibilidad de que el Gobierno apruebe un recorte del sueldo de los funcionarios que estén de baja, Méndez ha incidido en que los representantes del Estado son muy malos empresarios y que el peor empresario es el que descalifica a los trabajadores que dependen de él, "con una sombra de sospecha que humilla y denigra a los trabajadores de los servicios públicos".
Asimismo, Toxo ha declarado, sobre el plan contra el fraude laboral, que el pasado año solo el 0,23 % de las personas en paro perdió su prestación por desempleo por no atender a los requerimientos demandados.
A este respecto, ha asegurado que este dato no justifica que se dude del conjunto de parados ni que se ponga en marcha un plan que no se corresponde con la situación, "mientras a la vez se abandona la idea de combatir el fraude empresarial, que es muy importante en la contratación".
