Los mensajes de WhatsApp de 'La Manada de Castelldefels': "Desde cuándo una tía es solo para uno"

Cinco hombres del mismo grupo de amigos están en prisión desde diciembre por violar presuntamente a al menos tres chicas
Aplicación de WhatsApp en un móvil. PIXABAY
photo_camera Aplicación de WhatsApp en un móvil. PIXABAY

Una de las víctimas del grupo de cinco amigos que se habían organizado para violar a chicas en un piso del municipio barcelonés de Castelldefels ha ratificado este miércoles que sufrió una violación grupal.

La magistrada del Juzgado de Instrucción 5 de Gavà que investiga a este grupo de cinco amigos, que fueron detenidos y encarcelados provisionalmente a finales de diciembre, citó el miércoles a declarar por segunda vez a una de las víctimas, la que puso la primera denuncia.

Los cinco detenidos, según informan diversos medios, son David A., José Miguel M., Orlando M., Alejandro P. y Robert P., quienes formaban parte de un grupo de WhatsApp llamado K-Team –en el que participaban otros chicos además de los arrestados–, se denominaban a sí mismos como La Manada 2.0 e incluso llegaron a tener de foto de perfil a los autores de la violación grupal en los sanfermines de 2016. 

Por el momento a los acusados se les atribuye la violación de tres chicas la primavera de 2021 en el piso de Castelldefels donde vivía uno de ellos, pero del análisis de sus móviles se desprende que puede haber otras víctimas que por el momento no han sido identificadas.

La víctima exculpa a uno de los detenidos

En declaraciones a los periodistas, la abogada de uno de los acusados, Beatriz Uriarte, ha explicado que las defensas solicitaron esta segunda declaración ante la juez porque en la primera no estuvieron presentes. "Ha venido a narrar cómo han ocurrido los hechos para ella, y ahora lo que hay que hacer es esperar que se practiquen el resto de diligencias, siendo muy respetuoso para ver si realmente han ocurrido o no han ocurrido esos hechos que ella narra", ha indicado.

Sin embargo, según la abogada, en su declaración la víctima ha exculpado a su defendido, José Miguel M. M.: "Entiendo que tras esta declaración, donde se ha manifestado que mi cliente no ha realizado a esta víctima ningún tipo de agresión sexual, se pueda descartar esta agresión para mi cliente".

Tal y como informa Voz Pópuli, la víctima habría mantenido relaciones sexuales consentidas con Orlando y Alejandro, tras lo que este último invitó al resto del grupo a que se unieran. En la agresión, que "duró horas", los detenidos arrastraron por las muñecas a la joven hasta un sofá, donde llegaron a introducirle en sus partes íntimas una botella de cerveza.

En estos brutales hechos no habría participado el citado José Miguel, quien según su abogada y el medio Voz Pópuli, se fue del piso para no verse involucrado en la violación.

Un modus operandi de "depredación sexual"

En cuanto a la prisión provisional sin fianza decretada por la jueza, la letrada Beatriz Uriarte ha explicado que han recurrido las medidas cautelares ante la Audiencia de Barcelona.

Las defensas también han solicitado que las otras dos víctimas, así como los cinco acusados, vuelvan a declarar ante la juez.

En su auto, la jueza considera que los acusados habían "normalizado" sus prácticas, "menospreciando a las mujeres", hasta el punto de que las comentaban, a veces de forma jocosa, en mensajes y audios en el chat de Whatsapp que compartían, lo que se ha convertido en una de las principales pruebas en su contra.

"Te pueden buscar la ruina por un polvo que no vale la pena. ¿Pero no dice nada de violación ni nada, no? Esa palabra da miedo, sabes cómo están las cosas. Una violación sería ir por la calle, pillar a una tía, atarla y eso. Igual ella dijo que no quería hacer de todo y lo hicimos, es diferente", comentó uno de los acusados en el chat el 25 de noviembre de 2021, cuatro días después de que la primera víctima presentara denuncia por estos hechos.

No es este el único mensaje en el que expresaban sus temores por las consecuencias de sus actos: "Como alguna la líe y se ponga nerviosa y no diga la verdad, nos vamos todos a la cárcel", afirmó otro de los acusados unos días después.

Otros mensajes de texto o audios revelan el tono festivo con que los acusados se referían a las víctimas: "Desde cuándo una tía es solo para uno", "aquí yo consigo tías y si no invito, ¿qué?", "la chica va muy borracha, se aproxima trío" o "recuerdo que al día siguiente dijo el D. (risas): a la chavala esa la hemos destrozado, le hemos dado en el DNI".

La jueza añade que el grupo tenía un modus operandi muy definido, aprovechándose de mujeres que "se encuentran solas en una casa con personas que acaban de conocer, borrachas e indefensas", con las que además mantenían el contacto posteriormente "para controlar que no denunciasen". Esto último es lo que habría hecho Orlando en los dos meses posteriores a la agresión sexual de la primera víctima, con la que siguió manteniendo relaciones en ese intervalo de tiempo.

Por todos estos hechos, la jueza acordó el pasado 21 de diciembre el ingreso en prisión sin fianza de los cinco detenidos, a los que por el momento se acusa de cinco delitos de agresión sexual y otros tres de abuso o agresión sexual a tres chicas, ante la convicción de que actuaron como un "grupo organizado" para someter a jóvenes a "actos de depredación sexual".