Los Mossos intentaron destruir la alerta de EE UU sobre los atentados en La Rambla

La Policía Nacional decomisó esta documentación antes de que fuese incinerada

Josep Lluis Trapero
photo_camera Josep Lluis Trapero

Los Mossos d'Esquadra intentaron destruir la alerta emitida en mayo del pasado año por Estados Unidos sobre un posible atentado en La Rambla, pocos meses antes del ataque yihadista en Barcelona, aunque la Policía Nacional decomisó esta documentación el 26 de octubre, antes de que fuera incinerada.

Según publica este lunes El Periódico, entre la documentación que los Mossos d'Esquadra llevaban a una incineradora el pasado 26 de octubre, la víspera de que el Parlament votara la declaración de independencia y el Gobierno destituyera al Govern y asumiera el control de la policía catalana en virtud del artículo 155 de la Constitución, figura el original en inglés de la alerta y un informe interno elaborado por la policía catalana sobre esta nota.

Los Mossos d'Esquadra han evitado hacer ningún comentario sobre el intento de destrucción de esta nota de alerta, que la Policía Nacional ha comunicado a la jueza de la Audiencia Nacional Carmen Lamela, que fue quien les ordenó decomisar la documentación que la policía catalana iba a destruir el pasado 26 de octubre.

Horas después del atentado terrorista en La Rambla, del pasado 17 de agosto, El Periódico publicó que los Mossos d'Esquadra habían recibido meses antes un aviso procedente de la CIA alertando sobre un posible ataque en esta céntrica vía barcelonesa, lo que fue desmentido por el entonces presidente catalán Carles Puigdemont, el entonces conseller de Interior Joaquim Forn -actualmente encarcelado por rebelión- y el mayor de la policía catalana, Josep Lluis Trapero, destituido tras ser imputado por sedición.

En una rueda de prensa del pasado 31 de agosto, Forn y Trapero acabaron reconociendo que sí habían recibido una alerta el 25 de mayo sobre un posible atentado en La Rambla, aunque alegaron que no procedía de la CIA y que no era fiable, ya que, de hecho, el aviso no tenía ninguna relación con la célula que finalmente atentó en agosto en Barcelona y Cambrils (Tarragona).

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