El obispo de Tenerife vincula la homosexualidad con un pecado mortal

"Depende de la persona y las circunstancias", afirmó Bernardo Álvarez, que en 2007 ya había justificado los abusos a menores: "Hay niños que provocan"
Bernardo Álvarez, obispo de Tenerife. ARCHIVO
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El obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez, ha abierto la puerta a vincular la homosexualidad con un pecado mortal y la ha comparado con las personas que toman alcohol y "cuando hacen cualquier disparate" se justifican diciendo que han bebido.

"Depende de la persona y las circunstancias, para que una cosa sea pecado mortal, hace falta que la persona sea consciente de que es pecado, que lo haga libremente y no esté condicionada por nada, que sepa que está mal y que a pesar de que sabe que está mal lo hace libremente y sin ser condicionada por nadie", ha señalado en una entrevista concedida al programa Buenas Tardes Canarias de Televisión Canaria y recogida por Europa Press.

Ha dicho que el catecismo de la Iglesia tiene unos "principios con cuestiones morales" y las personas "son dignas de todo respeto" aunque luego sus comportamientos sean "discutibles", subrayando que "a veces se dice que todas las ideas son respetables, no, todas las ideas son discutibles, lo respetable es la persona".

En 2007 justificó los abusos sexuales a personas menores: "Hay niños que provocan"

En esa línea, ha indicado que "lo que no puede ser es que porque usted piense a, b o c, atacarle o ponerle a parir, eso no es admisible", al tiempo que ha remarcado que todas las personas merecen respeto y "luego cada uno en la vida toma las opciones que quiera".

REPROBACIÓN DEL GOBIERNO. El presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres (PSOE), ha instado al obispo de Tenerife a que "rectifique" sus "inaceptables" declaraciones sobre la homosexualidad, opción que el prelado ha calificado de "pecado" y ha comparado con el alcoholismo.

"Para que una cosa sea pecado mortal hace falta que la persona sea consciente de que es pecado, que lo haga libremente y que no esté condicionada por nada, pero que sepa y que tenga conciencia de que lo que hace está mal", manifestó Álvarez en Televisión Canaria.

Y continuó, siempre en referencia a la homosexualidad: "A pesar de que saben que está mal, lo hacen, sin ser condicionados por nada. Es como la persona que bebe y cuando bebe hace cualquier disparate. Claro, lo que tiene que hacer es no beber".

En declaraciones a la SER, Torres invita al obispo a "salir" y ser "consciente de en qué mundo vive". "La homosexualidad y la heterosexualidad son semejantes en respeto, ninguna está por encima ni por debajo de la otra. Hemos caminado mucho y nos ha costado mucho conseguir derechos de igualdad para que diga ahora que es una enfermedad o un pecado mortal. Creo que debería rectificar, sinceramente, poco favor hace a la Iglesia estas declaraciones", ha añadido el presidente.

MÁS REACCIONES. UGT Canarias condena el "discurso homófobo" del obispo de Tenerife y le pide una rectificación inmediata tras vincular la homosexualidad con el pecado mortal y el alcoholismo, "un mensaje rancio y manido que pone de manifiesto el talante retrógrado de la que se considera la voz más autorizada" dentro de la Diócesis Nivariense.

"No entendemos como a día de hoy este tipo de discursos pueden seguir formando parte de esta institución, pero lo que menos podemos entender es la falta de responsabilidad del que se considera máximo representante de la iglesia en la isla", señala Manuel Navarro, secretario general de UGT Canarias.

Navarro apunta, además, que "no es la primera vez que desde dicha institución se lanzan consignas de este tipo y cuyo calado social, y más si se hace a través de medios de comunicación, son importantes".

Ya en 2007, recuerda, Bernardo Álvarez justificó, en otra entrevista a un medio local, los abusos a menores de edad argumentando "provocación" por su parte. Desde la central sindical se exige la rectificación inmediata por parte de la Diócesis Nivariense ante la sociedad canaria y respeto por la libertad y tendencia sexual como derecho individual.

La Asociación LGBTI Diversas ha tildado de "casposas y mezquinas" las declaraciones del obispo en las que señala que las personas homosexuales, que actúan consciente y libremente, cometen "un pecado mortal", además de compararlo con el alcoholismo y la delincuencia.

Desde la entidad, que ha solicitado su cese, recuerdan que no es la primera vez que el obispo tinerfeño desata la polémica por sus "vergonzosas declaraciones", pues ya en el año 2007 justificó los abusos sexuales a personas menores en una entrevista al periódico La Opinión, indicando que "hay niños que provocan", además de señalar que "la homosexualidad perjudica a las personas y a la sociedad".

El presidente de Diversas, Sergio Siverio, ha destacado en una nota que "el obispo de Tenerife es el reflejo de lo más rancio y miserable que sigue existiendo en la iglesia católica, con una enorme demostración de odio hacia las personas lesbianas, gais, trans o bisexuales", una más de las que ha tenido que "aguantar" el colectivo.

Además, Siverio señala que "declaraciones como las realizadas por Bernardo Álvarez promueven un sentimiento de culpa que ninguna persona del colectivo LGBTI merece tener, por ser libre y consciente de su orientación sexual o identidad de género".

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