La patronal de ocio nocturno Fecasarm ha celebrado que la Policía haya desalojado la rave de Llinars del Vallès (Barcelona), que duró más de 40 horas y reunió a unas 300 personas, y reivindicó que se permita la reapertura del sector como único "muro de contención" frente a las fiestas ilegales.
En un comunicado, la federación lamenta que el desalojo de la nave en la que se celebraba la fiesta se realizase "demasiado tarde" y alerta de que la de Llinars es "solo una pequeña muestra de lo que será el futuro del ocio nocturno si desaparecen los locales legales y seguros, debido a las restricciones y a la falta de ayudas".
Fecasarm sostiene que la rave se podía haber desmantelado antes porque "la administración contaba con instrumentos jurídicos suficientes" y pone de relieve que muchos de los participantes no han sido identificados, lo que, a su juicio, puede "fomentar" que se repitan estas fiestas.
De hecho, asegura que el cierre del ocio nocturno ha propiciado la proliferación de este tipo de eventos ilegales, una realidad que, a su juicio, se convertirá en "un problema cada vez más grande e irreversible" a menos que se actúe rápido. "Si la administración no mueve ficha urgentemente y no hace lo posible para salvar el sector legal (...), la oferta ilegal acabará imponiéndose, se consolidará y ya será imposible de controlar", advierte el presidente de Fecasarm, David López.
Por todo ello, la organización insta a la Generalitat a aprobar un plan sectorial, encallado desde hace meses, que permita abrir el sector con garantías.