El PP ha sido el partido más votado en las elecciones de Castilla y León celebradas este domingo, con 31 escaños —dos más de los que tenía—, pero se queda lejos del objetivo de acercarse a la mayoría absoluta. Así es que para gobernar dependerá de Vox, que se ha disparado hasta conseguir 13 representantes. El PSOE, que cede la primera posición al quedarse con 28 parlamentarios (siete menos), no tiene posibilidades de sumar con otras formaciones.
Tras la coalición de PP y Ciudados de la anterior legislatura, rota por el popular Alfonso Fernández Mañueco en el momento de convocar las elecciones, ahora la única suma viable para acometer una investidura y la formación de un gobierno es la del PP y Vox. Reunirían 44 procuradores, tres por encima de los 41 de la mayoría parlamentaria en las Cortes de Castilla y León. A la espera de contactos y negociaciones, Vox ya ha avisado en sus primeras reacciones de que cree que tiene derecho y deber de estar en el Gobierno.
En una cita electoral en la que la participación ha alcanzado el 63,4% —frente al 65,79% de 2019—, el avance más destacado es precisamente el de Vox, que pasa de 1 a 13 representantes, con presencia en todas las provincias excepto Soria. Es allí donde se produce la otra gran novedad, con el holgado triunfo de Soria Ya-España Vaciada, que se estrena con tres escaños, frente al PP y al PSOE que han logrado únicamente uno cada uno.
Precisamente los dos escaños que el PSOE ha cedido en Soria, junto con los dos perdidos en León —donde Unión del Pueblo Leonés (UPL) escala hasta los tres representantes—, han resultado claves en el resultado final a nivel autonómico para los socialistas.
El gran damnificado de estas elecciones ha sido Ciudadanos, que se ha dejado once procuradores respecto a 2019 y únicamente su cabeza de lista y exvicepresidente de la Junta, Francisco Igea, ha logrado escaño por Valladolid. Es también donde ha conseguido su único procurador Unidas Podemos, uno menos que los anteriores comicios en Burgos y León.
En el caso de Por Ávila, el último de los partidos con representación en las Cortes de Castilla y León, repite con su representante por la provincia abulense, con un incremento de votos respecto a 2019.
La ley electoral de Castilla y León y el reparto de escaños por cada una de las nueve circunscripciones presenta paradojas, como que Soria Ya ha conseguido tres procuradores con menos de 20.000 votos concentrados en esa circunscripción, mientras que candidaturas como Unidas Podemos o Ciudadanos tienen casi el triple de respaldos pero distribuidos por varias provincias.
De hecho, el Partido Popular ha perdido con respecto a 2019 más de 55.000 votos y en términos relativos ha mermado 0,06 puntos porcentuales sus apoyos y el PSOE se ha dejado casi 118.000 sufragios y 4,78 puntos porcentuales.
En el polo opuesto se colocan Vox, que ha sumado 136.000 votos más en comparación a 2019 y hasta 12,13 puntos porcentuales de subida, y la UPL, con casi 24.000 votos más, mientras que los 60.000 de más de Unidas Podemos, al unir fuerzas entre Podemos e Izquierda Unida no han tenido reflejo en forma de escaños.
PROVINCIAS. En el reparto por provincias, el PP ha conseguido imponerse en tres —Salamanca, Ávila y Segovia— y el PSOE solo en Burgos. Ambos partidos han empatado en León, Zamora, Valladolid y Palencia, mientras que Soria Ya ha mostrado toda su potencia dejando atrás a ambos partidos, que siempre se habían repartido todos los representantes, tanto en elecciones autonómicas como nacionales.
