Podemos se abre a suavizar su impuesto a los ricos en el acuerdo para la reconstrucción 

El grupo confederal camina hacia un acuerdo generalista, que no incluya propuestas muy concretas, con el objetivo de que pueda ser aceptado por el mayor número de partidos posibles
El portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique. EUROPA PRESS
photo_camera El portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique. EUROPA PRESS

El PSOE y Unidas Podemos siguen negociando este miércoles su propuesta de conclusiones para la Comisión de la Reconstrucción tras la pandemia del coronavirus y, para facilitar el consenso, el grupo confederal acepta suavizar su propuesta de crear un impuesto a los ricos, que genera reticencias dentro del Gobierno de coalición, según han informado a Europa Press fuentes de la negociación. La idea es redactar entre los partidos del Gobierno un documento que no vaya mucho a lo concreto y así facilitar la negociación de un acuerdo amplio con el mayor número posible de fuerzas de la oposición. 

Los grupos parlamentarios tienen de plazo hasta las 21.00 horas de este miércoles para presentar las conclusiones de esa comisión, que se creó el pasado 7 de mayo en el Congreso para pactar medidas que faciliten la reconstrucción del país tras la crisis del coronavirus, y que, en apenas un mes, ha acogido 112 comparecencias, entre ellas las de ocho miembros del Gobierno. 

Aunque cada formación puede presentar las suyas, los partidos que comparten el Gobierno de coalición quieren presentar un texto conjunto, al igual que registraron unidos la propuesta de crear esta comisión parlamentaria hace dos meses. 

En dichas conclusiones, Unidas Podemos ha intentado incluir su propuesta de crear un impuesto a las grandes fortunas que llevó a esta comisión, después de no lograr que el debate se instalara en la mesa del Consejo de Ministros, para asumir la medida directamente desde el Ejecutivo. 

De este modo, la formación morada ya aceptó renunciar a debatir en su momento dentro del Gobierno esta propuesta -que no gusta a algunos sectores del PSOE ni tampoco a algunos ministros, como la vicepresidenta tercera de Asuntos Económicos, Nadia Calviño-, y ahora también está dispuesto a suavizarla en las conclusiones de la comisión de reconstrucción. 

Tras muchas horas de negociación, que corre a cargo de la portavoz socialista, Adriana Lastra, y el de Unidas Podemos, Pablo Echenique, el grupo confederal ha aceptado caminar hacia un acuerdo generalista, que no incluya propuestas muy concretas, con el objetivo de que pueda ser aceptado por el mayor número de partidos posibles. Y una de las propuestas concretas que se desdibujaría sería la del impuesto a los ricos. 

Representantes de los dos grupos parlamentarios están intercambiando borradores para definir lo que entra o no entra en el texto conjunto. Pero en la negociación también participa el Gobierno, ya que el formato de la comisión buscar presentar propuestas para que las ponga en marcha el Ejecutivo, y no se desea incluir en el texto aquello que los ministerios no vayan a aceptar. 

En este contexto se enmarca el hecho de que el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, trataron este asunto en un encuentro que mantuvieron este martes en La Moncloa, según avanzó el 'eldiario.es'. 

El propio Echenique reconoció en rueda de prensa el martes por la mañana la resistencia del PSOE a aceptar en la actual coyuntura un nuevo impuesto sobre la riqueza. "Es algo que tenemos que debatir y ponernos de acuerdo", aseguró. 

Podemos considera que la política fiscal es "la columna vertebral de la acción de Gobierno" y trata de trasladar al PSOE los mejores argumentos, económicos y técnicos, para que ese impuesto pueda ponerse en marcha y lo pueda asumir el Gobierno, y especialmente el área económica que dirige Calviño.

DEBATE EN COMISIÓN EL 3 DE JULIO. Una vez que los partidos presenten sus conclusiones, se abrirá la negociación con la oposición. Las distintas formaciones podrán presentar enmiendas a los documentos hasta el lunes 29 de junio y los grupos de trabajo volverán a reunirse el 1 de julio para debatirlas e incorporarlas o no a sus respectivas conclusiones. 

En todo caso, el 3 de julio, se convocará la Comisión de Reconstrucción para discutir los textos que se aprueben en los distintos grupos de trabajo, una sesión que podría continuar al día siguiente si no da tiempo a aprobarlos en la primera jornada de debates. 

Con independencia de los textos que se puedan acordar en ese órgano, cada grupo parlamentario tendrá derecho a presentar votos particulares en los que incluyan las propuestas que no hayan contado con el respaldo de los demás. 

Las conclusiones de la comisión y estos votos particulares, si los hubiere, tendrán que elevarse después al Pleno del Congreso para su aprobación definitiva, lo que sucederá previsiblemente en la primera sesión plenaria que se celebre en el mes de julio, ya a mediados. 

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