Podemos da el control a Iglesias, que promete "unidad y humildad"

El Consejo Ciudadano, con mayoría 'pablista', deberá elegir ahora a la nueva ejecutiva del partido
Pablo Iglesias celebra su victoria en Vistalegre II
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Los inscritos de Podemos han dejado claro inequívocamente sus preferencias: le han dado a Pablo Iglesias el control absoluto del partido, con una mayoría absoluta en el Consejo Ciudadano —37 de los 62 miembros elegidos— y han respaldado el proyecto político y la estructura organizativa que proponía. La victoria indiscutible del secretario general de Podemos tiene tanta importancia como la derrota de Íñigo Errejón, que queda en una posición débil y tendrá muchas dificultades para que triunfe su criterio en algunas decisiones.

'Unidad, unidad' ha sido el clamor que los militantes han trasladado este fin de semana a los dirigentes de la formación morada y que ha hecho suyo Iglesias nada más conocer el resultado de las votaciones, que le renuevan como secretario general con casi el 90% de los votos. Así, se ha comprometido a cumplir esa orden. "Unidad y humildad", ha proclamado después de enfatizar que el Podemos que sale de Vistalegre II es un Podemos fuerte y unido.

"Habéis votado un Podemos coral, más femenino, fraterno y unitario y desde hoy nos ponemos a ello. Nos habéis dado una orden, 'Unidad y humildad', y la vamos a cumplir. Unidad y humildad hasta la victoria", ha insistido.

Es el Consejo Ciudadano, con mayoría 'pablista', el que debe elegir la nueva ejecutiva del partido, en la que hasta ahora Errejón era el secretario Político, el "número dos". Posición que podría perder ya que el modelo organizativo de Iglesias —el que ha ganado— no especificaba las secretarías en las que se organizará el partido en esta nueva etapa.

Triunfan las tesis de Iglesias de mantener la tensión en el Parlamento y al tiempo estar en los conflictos sociales en la calle



Los resultados de las votaciones arrojan también otras conclusiones. Pablo Iglesias era el "número 1" de su lista y ha medido así sus apoyos directamente con Íñigo Errejón, que encabezaba su candidatura, superándole con creces en puntos. Pero, además, Errejón ha sido superado también por el secretario de Organización, Pablo Echenique, que se convierte de facto en el segundo de Podemos con un 48,49% del respaldo de los militantes.

Entre los diez primeros puestos en el Consejo Ciudadano hay sólo dos errejonistas: el propio Errejón y la portavoz del Ayuntamiento de Madrid, Rita Maestre, en el número 8. Por delante de Maestre se han situado la portavoz adjunta en el Congreso, Irene Montero, que se convierte en la mujer fuerte de Podemos, aunque ya lo era como jefa de gabinete de Iglesias.

A Montero le siguen Vincenç Navarro, el economista de 80 años fichado por Iglesias para este Vistalegre II; el militar Julio Rodríguez (exJEMAD); y el responsable de Relaciones con los Movimientos Sociales, Rafael Mayoral, abogado de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas (PAH).

Más de 155.000 personas de los aproximadamente 455.000 inscritos han decidido el futuro del partido con su voto



El número 9 de la dirección —en orden al respaldo obtenido— es el diputado canario Alberto Rodríguez, a quien todos conocen ya como "el rastas", y le sigue el jornalero y sindicalista Diego Cañamero, investigado por el Tribunal Supremo por un delito de coacción sobre el derecho de huelga. En la dirección entran también dos miembros de Anticapitalistas, la feminista Beatriz Gimeno y el eurodiputado Miguel Urbán, quien en esta asamblea ha sido el que se ha llevado las mayores ovaciones de las bases, igual que Cañamero cuando ha subido al escenario.

Estos diez primeros nombres tienen perfiles tan marcados que dan una buena idea del modelo político que pondrá en práctica el Podemos renacido en Vistalegre.

Todos los documentos —político, organizativo, ético y de igualdad— los ha ganado también Iglesias y eso supone que triunfan las tesis de mantener la tensión en el Parlamento y al tiempo estar en los conflictos sociales en la calle, sin dejarse arrastrar por la "moqueta" en las instituciones y sin parecerse al PSOE ni a Ciudadanos (Cs).

Pierden, por tanto, las tesis de Errejón de ensanchar Podemos y atraer "a los que faltan" recuperando la iniciativa para ser útiles ya desde las instituciones y arrancarle victorias al PP. El todavía secretario político ha prometido lealtad y ponerse a las órdenes del secretario general.

Puede que los "errejonistas" busquen consuelo pensando que los cinco millones de votos que Podemos tiene a sus espaldas no están representados ni mucho menos en los inscritos de la formación morada, pero el resultado que vale es éste. La militancia ha hablado y lo ha hecho batiendo récords de participación: más de 155.000 personas de los aproximadamente 455.000 inscritos han decidido el futuro del partido con su voto.

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