Junts y PSOE no han logrado este viernes cerrar un acuerdo para que la formación que lidera Carles Puigdemont apoye la reelección del presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, al haber diferencias sobre algunos aspectos de la ley de amnistía, por lo que sigue en el aire la fecha del debate de investidura.
Los de Junts han enfriado las expectativas de un pacto inminente con los socialistas por los escollos que sigue habiendo en la negociación sobre la medida de gracia a los procesados por el procés, ya que consideran insuficiente lo pactado con ERC.
"No dejaremos a ningún soldado tirado. No haremos una amnistía para vips", ha asegurado el secretario general de la formación que lidera Puigdemont, en un escrito remitido a sus compañeros de dirección.
Puigdemont, quien permanece huido en Bruselas de la justicia española por su papel en el referéndum ilegal en Cataluña en 2017, se ha reunido en su despacho del Parlamento Europeo con el secretario general de Junts, Jordi Turull, y la portavoz del partido en el Congreso, Miriam Nogueras.
También se ha desplazado a la capital europea el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, aunque no ha habido un encuentro presencial entre ambas partes, como el que hubo el pasado lunes.
Ambos partidos se han intercambiado llamadas y documentos sobre los puntos de la amnistía en los que no hay consenso para que a su vez sean consultados con juristas, por lo que la negociación se mantiene abierta y sin pistas de cuándo podría cerrarse.
A la espera de qué hará Junts, las bases de ERC, con un 89 por ciento de votos favorables, han avalado que se invista a Sánchez tras una consulta interna en la que ha participado un 43,6 por ciento de los afiliados.
Sin fecha del debate de investidura
La falta de acuerdo con Junts ha hecho que no se haya registrado la proposición de ley sobre la medida de gracia, un paso clave para acelerar la convocatoria del debate de investidura.
La presidenta del Congreso, Francina Armengol, a la que le corresponde fijar la fecha del debate, insiste en que su misión es "facilitar la investidura" y que la votación "sea exitosa", por lo que mantiene la incógnita de cuándo la concretará, según fuentes cercanas a la presidencia de la Cámara Baja.
Desde el PSOE, se insiste en que se sigue trabajando para que la investidura se celebre el 8 y 9 de noviembre una vez cerrado el pacto con ERC que, además de la amnistía, incluye el traspaso íntegro del servicio de Cercanías y la asunción del Estado de parte de la deuda autonómica cifrada en 15.000 millones.
El PP estudia medidas contra las "cesiones"
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha convocado a los portavoces de Congreso, Senado y Parlamento Europeo para analizar la respuesta a las "cesiones" acordadas por el PSOE con los partidos independentistas catalanes y coordinar acciones dirigidas a garantizar la igualdad entre todos los españoles.
"Quedamos a la espera de saber qué le entregará a Junts y qué ha pactado ya con el PNV y con Bildu", apuntan fuentes populares.
La condonación de parte de la deuda de Cataluña con el Estado referida al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) ha unido a comunidades gobernadas por PP y PSOE para pedir el mismo trato y que esa medida sea fruto de una negociación multilateral.
Sumar minimiza los escollos
En Madrid, la portavoz adjunta de Sumar y dirigente de En Comú Podem, Aina Vidal, ha garantizado que la futura ley de amnistía no va a beneficiar a causas relacionadas con presunta corrupción, como supuestos de posible blanqueo de capitales, al ser una "línea roja" que no se va a traspasar.
Tanto ella como la portavoz parlamentaria, Marta Lois, ha minimizado los escollos con Junts y se han mostrado confiadas en que el acuerdo sobre la norma es inminente y está en los "últimos metros" para formalizarse, aunque toca discreción. Eso sí, Vidal ha advertido que el único riesgo en este tramo final es caer en el "partidismo" en vez de mantener la responsabilidad que se ha desplegado hasta ahora, para instar a Junts y a ERC que dejen de "mirarse de reojo" y dejen su pugna para colaborar en favor de los intereses del país.
En la coalición de izquierdas hay voces que piensan que estos últimos escollos tienen que ver más con una estrategia de escenificación de Junts, al aludir a una carrera con los republicanos por gozar de protagonismo sobre la norma. Al respecto, están convencidos de que lo que se discute ahora no es nada insalvable ni que no se haya puesto antes encima de la mesa. Es decir, aseguran que no se va a traspasar ninguna línea roja fijada por la amnistía y descartan que la demora tenga que ver con la casuística, con personas que se beneficiarán de la norma.