Rajoy traslada a Sánchez que no apoyará abrir la reforma de la Constitución

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha rechazado hoy la propuesta del líder del PSOE, Pedro Sánchez, de poner en marcha una subcomisión en el Congreso que estudie la reforma de la Constitución tras reprocharle que lo plantee de modo unilateral y sin concretar qué aspectos quiere modificar.

Sánchez ha registrado la iniciativa socialista en el Congreso después de telefonear a Rajoy para solicitarle que aceptase abrir el diálogo para "reconstruir muchos de los consensos que están rotos en la sociedad española" y permitir la regeneración política, institucional y democrática.

La pretensión de Sánchez es abrir el debate a partir de la comparecencia de expertos y de informes de órganos institucionales con el fin de definir el alcance de la reforma y dar paso en una segunda fase a las propuestas de los grupos.

El secretario general socialista ha urgido a "cerrar la brecha" provocada por la desafección ciudadana ante las tres crisis que hay en España: "la de la corrupción, la económica y la social provocada por los recortes y los ajustes" del Gobierno.

En declaraciones a los periodistas en el Congreso, también ha considerado urgente resolver el problema de convivencia territorial propiciado por la situación de Cataluña. "Abramos el debate, sólo pedimos que se abra el debate", ha rogado Sánchez al jefe del Ejecutivo para que no se escude en "el cerrojo de la mayoría absoluta" del PP para rechazar el diálogo sobre una reforma pensada "para todos".

Coincidiendo con la jornada de puertas abiertas en el Congreso, el dirigente socialista ha opinado que "el mejor homenaje y el mejor servicio que se puede prestar a los ciudadanos y a la Constitución" es abrir la discusión sobre su puesta al día.

El PSOE defiende que el modelo autonómico derive en uno federal que reconozca "las singularidades y los hechos diferenciales de algunas comunidades autónomas", reformar el Senado, renovar el sistema de financiación autonómica, delimitar las competencias del Estado y de la regiones y blindar el presupuesto para la sanidad, la educación y las pensiones, entre otros aspectos.

Rajoy ha reconvenido a Sánchez por no explicar qué reforma plantea y por lanzar la iniciativa por su cuenta, cuando no se debe frivolizar ante un asunto del que depende la estabilidad política e institucional, han informado a EFE fuentes del Ejecutivo. Para el presidente, es prioritario que haya un pacto sobre corrupción a cambiar el marco constitucional.

El PP se ha unido al rechazo frontal a la iniciativa del PSOE al considerar que "no es oportuno, ni necesario", constituir un grupo de trabajo, ha afirmado el secretario general de su grupo en el Congreso, José Antonio Bermúdez de Castro. "Con la reforma constitucional no se puede frivolizar. Ni después de un año de debate conocemos el contenido exacto de lo que propone, solo grandes titulares. En un tema tan serio, el PSOE no puede hacer una propuesta con carácter unilateral y sin acuerdos previos. No se puede abrir una puerta sin saber antes como se va a cerrar", ha reprochado Bermúdez de Castro a los socialistas.

Como Rajoy, el diputado del PP también ha remarcado que el cambio de la Carta Magna "no forma parte de las principales preocupaciones de los españoles", entre las que sí ha incluido la corrupción. Ha recordado que la de 1978, fue una Constitución "de todos y para todos y, por tanto, cualquier propuesta de reforma tiene que ser de todos y servir igualmente para todos".

El vicesecretario de Política Autonómica y Local del PP, Javier Arenas, ha tildado de "disparate" que Pedro Sánchez aspire a una reforma sin concretar "dónde quiere ir y quiénes le acompañan".

En declaraciones a Efe, Arenas ha sospechado que el PSOE no define su plan porque "esconde un federalismo asimétrico que ni siquiera le aceptan sus compañeros del resto de España". Le ha acusado además de "estar buscando un espacio inexistente entre el constitucionalismo y el independentismo".

El presidente del Congreso, Jesús Posada, se ha mostrado partidario de introducir algunos cambios en la Constitución, pero con un consenso similar al que hubo en 1978. "Si se me dice que hay algunos puntos que se han quedado un poco obsoletos que habría que modificar, pero que lo sabíamos desde que se hizo, pues sí, cierto, y podríamos intentarlo", ha opinado Posada en declaraciones a Onda Madrid.

Posada ha hecho hincapié en que hace 36 años, la casi totalidad de los ciudadanos y de los partidos respaldaron la Constitución, por lo que ese apoyo tendría que volver a darse para no repetir errores de otras épocas.

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