El rey llama a retomar el camino desde la unidad y sin olvidar la pandemia

Felipe VI mandó este mensaje en la ceremonia de entrega de los premios Princesa de Asturias
Los reyes, junto a sus hijas. JORGE PETEIRO (EFE)
photo_camera Los reyes, junto a sus hijas. JORGE PETEIRO (EFE)

El rey Felipe VI ha asegurado hoy que la pandemia ha evidenciado que "únicamente trabajando unidos" se pueden afrontar las situaciones más difíciles y ha advertido de que, en estos momentos decisivos para el futuro, es preciso reemprender el camino con "serenidad y sosiego", sin olvidar las raíces ni las lecciones y enseñanzas de gran valor que ha dejado la pandemia.

Don Felipe ha mandado este mensaje durante la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias celebrada de nuevo en el teatro Campoamor de Oviedo y ante cuyo auditorio se ha felicitado de que la crisis sanitaria haya constatado que la sociedad española es "fuerte, responsable, madura, solidaria y con gran capacidad de superación", aunque lo ha considerado insuficiente.

"La pandemia sirvió para reafirmar la convicción sobre el beneficio de trabajar juntos y para comprender que, únicamente trabajando unidos por el bien común de todos, es posible afrontar las situaciones más difíciles y salir victoriosos de ella", ha remarcado en un discurso centrado en cómo consolidar la recuperación y en el que ha tenido un recuerdo solidario para los habitantes de La Palma por la erupción del volcán.

Los cambios surgidos de la pandemia, según el rey, han provocado "desequilibrios y tensiones" y han desembocado en un escenario en el que "no cabe aislarse, ni caminar en solitario".

"Rendirse no es una opción, nos decían los sanitarios en los peores momentos de la pandemia. Desfallecer o conformarse no es una alternativa. Es preciso seguir adelante", ha alentado el monarca, que ha resaltado la respuesta dada por los españoles desde marzo del pasado año, "el sentido de ciudadanía, el servicio a la comunidad y la lealtad al país, pilares básicos de una sociedad capaz de sobreponerse" y que no puede ser inmune al sufrimiento.

No obstante, ha señalado que aunque sea motivo de orgullo, no es suficiente en estos momentos en los que es preciso abordar el futuro desde la serenidad y el sosiego.
"En ese camino que hoy, simbólicamente, reemprendemos en el Teatro Campoamor, no podemos tampoco olvidarnos de nuestras raíces, de nuestras referencias, de todo lo que ya hemos recorrido como sociedad, y de los fundamentos de nuestra convivencia en paz y libertad", ha señalado el rey, que ha alertado también de la fragilidad de unos valores democráticos que "no vienen dados".

Por tercer año consecutivo, don Felipe y la reina Letizia han estado acompañados por la princesa Leonor y la infanta Sofía, en una ceremonia en la que la heredera del trono ha reivindicado el papel de los jóvenes, de quienes ha asegurado que "tienen mucho que aportar" y han de ser "importantes" para lograr un mundo "más sostenible, más justo y mejor para todos".

De los galardonados, la heredera del trono ha subrayado que son "guía imprescindible para todos" y también para ella, al "llenarla de fuerza para seguir asumiendo sus responsabilidades y trabajar siempre con el mayor compromiso". 

Entre ellos, los siete científicos galardonados por su contribución al desarrollo de las primeras vacunas anticovid en un tiempo récord: Drew Weissman, Philip Felgner, Sarah Gilbert, Derrick Rossi, Ugur Sahin,y Özlem Türeci y Katalin Karikó, cinco hombres y dos mujeres que acapararon la mayor ovación del público y unas de las más largas que se recuerdan en el teatro ovetense en los 41 años de historia de este galardón.

Ante un coliseo con un aforo reducido al 60 por ciento por las medidas sanitarias, Karikó, la bioquímica considerada la madre de las vacunas basadas en el ARN mensajero, ha agradecido el premio a profesionales que se han pasado años trabajando en tecnologías que a algunos les parecían "poco convencionales y casi de ciencia ficción" pero que, si han mejorado la vida de al menos una persona ya puede considerarlos todo un éxito, y más si lo han hecho con millones de personas.

El futuro también depende "de que el mundo se alimente mejor", ha afirmado este viernes el chef José Andrés (Concordia) quien ha advertido de que aún "hay demasiada hambre" y "mucho trabajo por hacer" en un mundo en el que es posible acabar con el hambre y salvar a la vez el medio ambiente si se dejan de desperdiciar alimentos. 

El escritor francés Emanuel Carrère (Letras) ha convertido a su vez su discurso de agradecimiento en un homenaje a las víctimas de los atentados que en 2015 dejaron en las terrazas y en la sala de conciertos del teatro Bataclan de París 131 víctimas, 61 menos que en el 11-M de Madrid, ha recordado, "si es que esta contabilidad atroz tiene algún sentido".

A sus 87 años, la periodista y escritora Gloria Steinem (Comunicación y Humanidades), un icono del feminismo, ha planteado también la necesidad de revindicar la risa como una prueba de libertad frente al autoritarismo porque es una "emoción libre que no se puede imponer" y por lo tanto, "al dar valor a libertades como la risa espontánea, preservamos la libertad para siempre".

Y un ejemplo de superación y coraje ha trasladado la nadadora Teresa Perales (Deportes), ganadora de 27 medallas paralímpicas, la última de ellas en Tokio, que ha animado a los más jóvenes a decidir, apostar e intentar con decisión cumplir sus sueños sin dejar que los obstáculos se lo impidan. 

Con la salvedad del filósofo y economista Amartya Sen (Ciencias Sociales), que no ha acudido a Oviedo por recomendación médica, Marina Abramovic (Artes), la Campaign for Female Educación (CAMFED) también han recogido sus diplomas de manos de la princesa, que se desplazó desde Gales a Asturias para participar por tercera vez en la ceremonia de entrega.

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