El bloqueo de los socialistas tumba la investidura de Rajoy

Sánchez se hizo fuerte en el 'no' pese a las presiones internas y no hubo sorpresas: 170 votos a favor de la investidura del candidato popular y 180 en contra ► El viernes habrá una segunda votación en la que al PP le vale con mayoría simple ► Iglesias y los nacionalistas catalanes le tienden la mano al líder del PSOE para que encabece una alternativa

No hubo sorpresas. Mariano Rajoy no logró ser investido presidente en la primera votación celebrada este miércoles y tendrá una segunda oportunidad el viernes. El candidato del PP no consiguió más apoyos en el debate de los que ya se traía de las negociaciones previas: 170. Es decir, los de su partido, los de Ciudadanos, y los de Coalición Canaria, UPN y Foro Asturias. El resto de diputados de los demás grupos, 180, votaron en contra.

Ahora la incógnita de cara a la votación del viernes pasa por si los críticos del PSOE tienen la suficiente fuerza para lograr las 11 abstenciones socialistas que posibilitarían la investidura de Rajoy, al que le valdría ya la mayoría simple: más síes que noes. Si no, el reloj ya ha comenzado a contar desde este miércoles y, en caso de que no haya investidura en los dos próximos meses, las Cortes se disolverán y se convocarían nuevas elecciones para el 25 de diciembre.


EL DEBATE. Antes de la votación, que arrancó veinte minutos antes de las ocho de la tarde, un Mariano Rajoy menos gris que en su discurso del martes se desempeñó con brío para replicar al resto de grupos. En especial a Pedro Sánchez, al que le pidió "responsabilidad" para no ir a unas terceras elecciones. El líder del PSOE lo ignoró y se hizo fuerte en el no al PP pese a las presiones internas y al mensaje que lanzó desde la tribuna Albert Rivera, que pidió a los socialistas que utilicen sus 85 escaños para controlar a un hipotético gobierno popular. Un ejecutivo que en ningún caso apoyará Podemos, según dijo un Pablo Iglesias que regresó al 15-M en su discurso y le volvió a tender la mano a Pedro Sánchez en busca de una alternativa a Rajoy. Una alternativa que apoyarían los nacionalistas catalanes a cambio de un referéndum.

SÁNCHEZ SE ENROCA EN EL 'NO'. El líder del PSOE abrió las intervenciones a las nueve de la mañana con un "no rotundo" y contundente a la posibilidad de abstenerse a la investidura de Rajoy, al que ha acusado de no ser "de fiar", de tolerar la corrupción y de utilizar el "chantaje" de convocar terceras elecciones el día de Navidad.

Sánchez ha sustentado el voto en contra de los socialistas en que es "lo mejor para el país", porque España "necesita un Gobierno pero no un mal gobierno". También ha defendido la "coherencia" de su posición, con la que se ha reivindicado como "alternativa" al PP. "Nadie puede pedirnos que apoyemos aquello que aspiramos a cambiar", ha proclamado, y ha sostenido que lo que los españoles necesitan es un gobierno "limpio", "social" y creíble".

Sánchez le ha devuelto la pelota con el argumento de que el PSOE no ha hecho nada para "obstaculizar" su investidura y de que la "responsabilidad de ser incapaz de lograr apoyos es exclusivamente suya". Y le ha reprochado sus "recortes" y su "concepción centralista y uniformizadora" del Estado con la que, en su opinión, ha agudizado desde el Gobierno el problema de Cataluña y la crisis territorial.


En una intervención más dura en el fondo que en la forma, el líder del PSOE ha hecho hincapié en que abstenerse para permitir la investidura de Rajoy supondría "sobreseer" la corrupción

En su discurso, el líder socialista ha aludido a Ciudadanos y a su petición de los últimos días de que el PSOE facilite por "patriotismo" el Gobierno de Rajoy y le ha advertido de que "nadie tiene derecho a monopolizar el patriotismo".

En su turno de réplica, Rajoy ha insistido en pedir a Sánchez "un poco responsabilidad", que se abstenga y que le deje gobernar, porque es él quien "los españoles han querido que gobierne", y más ahora que cuenta con 170 escaños, tras su pacto con Ciudadanos y CC. "Déjennos ustedes al menos gobernar. No bloquee y no nos lleve a una tercera convocatoria electoral", ha añadido, y ha insinuado que esos nuevos comicios parece que son el "deseo" de Sánchez. Éste le ha respondido que si los socialistas "cedieran a sus presiones ésta sería la legislatura del chantaje".

En una intervención más dura en el fondo que en la forma, el líder del PSOE ha hecho hincapié en que abstenerse para permitir la investidura de Rajoy supondría "sobreseer" la "suma letal de casos de corrupción" que afectan al PP.

EL IGLESIAS MÁS 15-M LE GUIÑA EL OJO A SÁNCHEZ. El líder de Podemos, Pablo Iglesias, no sólo ha defendido los argumentos de su no a Rajoy, sino que ha aprovechado el debate de investidura para intentar convencer al socialista Pedro Sánchez de que olvide "agravios" y elija una alternativa con Podemos, que para enfrentar al PP es "de fiar".

Ha sido la forma de Iglesias de lanzar un guiño al PSOE, al que ha invitado a buscar un acuerdo con todas las fuerzas que votarondurante una intervención que ha sonado en muchos momentos a mitin y que ha cerrado desde la tribuna con el puño en alto.

"A pesar de nuestras enormes diferencias, de los agravios y de los recelos mutuos, creo que la realidad política y electoral nos debe empujar a buscar un acuerdo", ha dicho Iglesias antes de recordar que ese acuerdo ha sido posible ya en muchos ayuntamientos y comunidades autónomas y puede serlo pronto en Galicia.

Palabras conciliadoras para el PSOE, pero con un emplazamiento directo a Sánchez: "Ya es hora de decidirse", ha urgido Iglesias al líder de los socialistas, a quien también ha agradecido que haya sido capaz hasta ahora de superar las presiones externas e internas y mantener su no a Rajoy. 


Rajoy, con tono irónico, ha enumerado las virtudes de Iglesias: "Es estupendo, la quintaesencia de todas las virtudes"

Tras criticar los recortes y la corrupción del PP, Iglesias, como era de esperar, no se ha quedado sin la respuesta, en cierto modo socarrona, del candidato a la investidura. Rajoy, con tono irónico, ha enumerado las virtudes de Iglesias: "Es estupendo", "la quintaesencia de todas las virtudes", "el único decente, el único independiente, el único honrado de España" y el que "nunca" se equivoca.

Iglesias ha repartido su tiempo en el debate de investidura con el resto de portavoces del grupo parlamentario de Unidos Podemos. La portavoz de En Marea, Alexandra Fernández, ha dedicado buena parte de su intervención a criticar la gestión del presidente gallego, Alberto Núñez-Feijóo.

RIVERA NO SE FÍA DE RAJOY. El líder de Ciudadanos ha emplazado al líder del PSOE, Pedro Sánchez, a que utilice el potencial de sus 85 escaños para controlar al Gobierno de Rajoy, un gobierno del que no se fía pese al acuerdo firmado, pero que es, "entre lo malo, lo menos malo".

Y con el objetivo puesto en evitar unas terceras elecciones o unas cuartas, algo de lo que no se ve capaz -ha subrayado- de decir otra vez a los españoles, el presidente de C's ha recordado a Rajoy que como no tiene los apoyos suficientes, está obligado a negociar y a hacer concesiones para conseguirlos. Tiene que "convencer" al PSOE u a otros para que le faciliten la investidura, ha asegurado, como los socialistas tienen que dejar de jugar "a buenos y malos". Porque aunque "no son malos por no votar a Rajoy, es malo para España que voten 'no'" y ha pedido a los socialistas que se muevan hacia la abstención.

Durante su intervención en el debate de investidura, ha recalcado varias veces que no confía en el PP, sobre todo en materia de corrupción, y de ahí que, por ejemplo, hayan "tenido que firmar" la puesta en marcha de una comisión de investigación sobre la presunta financiación irregular del partido y otras exigencias para asegurarse de que "cambiaba la dinámica". Precisamente, ha sido la corrupción el eje argumental de su discurso, dejando claro que tanto para Ciudadanos como para España sería mejor un nuevo presidente y un gobierno "limpio" sin problemas de corrupción, pero al no haber alternativa para formar un ejecutivo nuevo "con gente nueva" ha habido que poner "un corsé de regeneración democrática al PP".

Un corsé que Rajoy, en su réplica, ha aceptado al reafirmarse en su compromiso a cumplir con todas las medidas pactadas, aunque sí ha pedido "mesura y justicia" al líder del partido naranja. Aún reconociendo que el PP ha tenido sus "problemas" con la corrupción, ha esgrimido que todas las fuerzas políticas que han gobernado se han visto afectadas por esta lacra.

En todo caso, el presidente del Gobierno en funciones ha agradecido el esfuerzo de Ciudadanos para alcanzar este acuerdo de investidura, admitiendo de paso que no es fácil sumar más apoyos en otras filas como le ha pedido Rivera.

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