Unidas Podemos evita la autocrítica tras los comicios gallegos y vascos

La formación violeta confía en la figura de Pablo Iglesias para reavivar el partido
Pablo Iglesias, en el Congreso. EP
photo_camera Pablo Iglesias, en el Congreso. EP

La Ejecutiva de Podemos ha evitado este viernes "la autocrítica" tras las elecciones gallegas y vascas del domingo, cuyos resultados ha atribuido a "las peleas internas" del pasado y a la debilidad organizativa, y se ha conjurado a poner en marcha cuanto antes la hoja de ruta de Pablo Iglesias para recuperar la confianza ciudadana en la organización.

El núcleo ejecutivo de la formación se ha reunido este viernes para reflexionar sobre el desplome electoral del domingo, donde Podemos se quedó fuera del Parlamento de Galicia y se quedó con solo 6 de sus 11 diputados en el País Vasco. Tras la reunión el partido no ofreció ninguna rueda de prensa para comunicar las resoluciones de la asamblea.

Actualmente Pablo Iglesias posee el control absoluto de la formación violeta sin oposición aparente en sus filas 

Estos eran los primeros comicios a los que Iglesias se presentaba como vicepresidente y con el control absoluto del partido, en cuya dirección todos le son afines, con lo que era previsible que no hubiese voces que reclamasen responsabilidades. 

Fuentes de Podemos han asegurado que al término de la reunión la "conclusión" a la que llegó su Ejecutiva (denominada en realidad Consejo de Coordinación) era la necesidad de poner en marcha "cuanto antes" las decisiones adoptadas en la asamblea ciudadana que el pasado mayo revalidó el liderazgo de Iglesias. Desde el partido también aseguran que están "a tiempo de recuperarnos sobre los resultados actuales".

Los dos candidatos Miren Gorrotxategi y Antón Gómez-Reino han asistido al encuentro en el que se ha concluido que los problemas territoriales y las disputas han determinado los resultados. 


Un problema desde hace tiempo

Ya en mayo de 2019, en las autonómicas y municipales, Podemos redujo de forma notable su presencia institucional en los parlamentos regionales e incluso desapareció en Castilla-La Mancha y Cantabria, y vio cómo se perdían todos los ayuntamientos del cambio a excepción del de Cádiz, que ya no es de Podemos. El partido reconoce que la pérdida de peso en los territorios es el fin de un ciclo y confía en que la acción de Gobierno permita entrar en una etapa nueva desde la que recuperar apoyos. 

Pese a la sintonía actual con su socio, el PSOE, Podemos buscará visibilizar de dónde proceden las medidas más de izquierdas que se aprueben en el Ejecutivo, y buscará que se apruebe en los términos pactados la derogación de la reforma laboral, entre otras medidas. 

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