"Guti me dijo que se cortaría el pelo cuando yo me cortase el bigote"

Del Bosque, sobre La Roja: "Supimos ganar pero también perder"

El exseleccionador revela, en una conferencia junto al doctor Cota y Santiago Segurola, la importancia del vestuario en los éxitos en los que dirigió a La Roja
Un momento del coloquio con Del Bosque, Cota y Segurola
photo_camera Un momento del coloquio con Del Bosque, Cota y Segurola

"Eran muy buenos y tuvimos mucha suerte", comentó Vicente del Bosque para explicar cómo España había subido a los altares en Sudáfrica. El exseleccionador español dialogó sobre las interioridades de los vestuarios de fútbol con el doctor del Celta y de la selección nacional, Juan José García Cota, moderados ambos por el periodista Santiago Segurola, dentro del ciclo de conferencias de los actos del 75 aniversario del Pontevedra.

Cota destacó la calidad humana del grupo que llevó a España al título mundial en 2010. "Cuando había un día libre, iban a cenar todos juntos". Del Bosque, además, puntualizó que la grandeza de sus hombres radicó en que "supimos ganar y supimos perder", recordando el exquisito comportamiento de los deportistas cuando España fue eliminada en la primera fase del Mundial de Brasil.

"Los jugadores que van a la selección deben ser incondicionales", comentó Del Bosque mostrando el camino a los internacionales


El técnico salmantino recuerda que hubo malos momentos que aquel grupo supo solventar. "Nos vimos alterados por aquella rivalidad Barcelona - Real Madrid de hace cuatro o cinco años de la que todos conocemos cuál fue la génesis", y sin embargo, el grupo mantuvo su cohesión.

Del Bosque se desmitificó a sí mismo. "Tengo fama de buena gente, que no es cierta, y de ser inmovilista, y en absoluto lo soy. Solo terco", aseguró mostrando, como afirmó Cota, que "tiene un gran sentido del humor".

MILJANIC Y BOSCOV. El exseleccionador recordó a los técnicos que lo marcaron, en una oda a ciertos valores del pasado que a él le transmitieron Miljanic y Boscov. "No solo sabían de fútbol, sabían de la vida. Ellos alimentaron mi vocación". Y en eso continuó centrándose, en la vocación, en la motivación, la ilusión por defender los colores. "Los jugadores que van a la selección deben ser incondicionales". Algunos ni siquiera jugarán, o tendrán poco protagonismo. Y deben asumirlo, porque para darle vueltas a la cabeza y hacer lo mejor para el grupo está el entrenador.

"Se me pone la piel de gallina cada vez que veo a Calleja y Ceresuela", aseguró Cota para expresar su sentimiento granate


"Vicente sufría cuando hacía la alineación", reveló al respecto el doctor Cota. Ambos se pusieron de acuerdo en que, al final, el vestuario ha cambiado poco a pesar de la evolución de los tiempos. Lo que es diferente es "el silencio. Antes estábamos una hora sin decir ni una palabra antes de un partido. Ahora, para motivarse, ponen una música ratonera que mueve hasta las paredes", reveló Del Bosque, que reconoce que le turban algunas imágenes de estrellas futbolísticas de los clubes que "no aceptan la sustitución y la trasladan al césped, dando una patada a una botella, señalando al entrenador por el cambio, buscando su vulnerabilidad. Eso me desazona".

Y es que los jugadores tienen cada vez más poder. Eso también se ha modificado con respecto al pasado, y provoca, como bien admitió Cota, que los entrenadores "saben que siempre hay una escopeta cargada apuntándolos y cuando empiezan a escuchar el gatillo toman decisiones que igual no son las más adecuadas pensando en detener la bala".

También ha cambiado otro aspecto: la formación. Los niños ya no juegan en la calle, como Cota, como Segurola o como el propio Del Bosque: "Nosotros no pensábamos en ser nadie. Solo queríamos jugar al fútbol".

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