El inicio del juicio por el crimen de Cristina N.T., una joven de 33 años asesinada en 2021 en su casa de Oza-Cesuras dejando huérfano a un pequeño de dos años, arrancó ayer con sorpresa: el acusado, Alberto S., se declaró inocente y enmarcó en un robo su presencia en la vivienda de la víctima —evidenciada por sus huellas—. Después de su intervención, su abogado amplió su versión: el procesado "era adicto a las drogas en esa época y planeó un robo con otro hombre, que fue el que disparó" a Cristina.
¿Por qué entonces el acusado no soltó prenda sobre este supuesto compinche en su primera declaración? Según el letrado, "por miedo a represalias de este individuo", que se correspondería con un nombre conocido de los bajos fondos coruñeses. "Se lo encontró en un narcopiso y planearon el asalto para vender los objetos y conseguir droga", adujo la defensa.
Sin embargo, el fiscal y las acusaciones pusieron ayer de manifiesto, casi en tono irónico, la enorme casualidad de que, de entre las casi 200.000 viviendas existentes en el área urbana coruñesa, la elegida para ese presunto robo fuera precisamente la de Cristina N.T., cuyo esposo había mantenido un romance con la esposa del acusado, toda vez que ambos eran compañeros de trabajo.
De ahí que el representante del ministerio público fuese explícito tras rechazar de plano la hipótesis del asalto, y también la presencia de una tercera persona en la casa. "Sabemos que es un crimen motivado por una venganza, cuyo germen es una relación personal y estrecha entre la mujer del procesado y el marido de la víctima", explicó el fiscal. Además, "no había nada revuelto, [el acusado] no se llevó ni un tenedor de esa casa", añade.
Por su parte, la acusación particular argumentó que "hay pruebas" de que el procesado "actuó solo y con un plan preconcebido". Esta aseveración la respaldó un guardia civil que declaró este miércoles que "no se halló ninguna prueba que evidencie la presencia de una tercera persona en la vivienda".
El acusado declarará al final del juicio
El acusado, que afronta 28 años de cárcel por los delitos de asesinato (25) y tenencia ilícita de la pistola con la que se disparó a la víctima (3), fue preguntado ayer por el tribunal acerca de si se declaraba o no inocente, a lo que respondió afirmativamente y añadió la versión del robo.
Pero será al final del juicio, dentro de dos semanas, cuando tenga la posibilidad de explayarse en su turno de declaración. A buen seguro, le preguntarán acerca de la relación que mantuvieron su mujer y el marido de la víctima, al que ya había agredido anteriormente y además había pagado con cárcel por ello.