Un funcionario de Justicia acusado de provocar un incendio forestal de poco más de una hectárea en el municipio de Os Blancos (Ourense) el 15 de octubre de 2017, justo el fin de semana en el que habían ardido 49.000 hectáreas en toda Galicia, ha señalado este jueves en el juicio que asaba chorizos y que no es un pirómano.
"No soy un incendiario", ha contado Miguel Ángel M. N. en la vista que se sigue contra él y se ha remitido a la versión que proporcionó inicialmente en el juzgado de Xinzo de Limia, donde declaró que hizo un fuego para "asar unos chorizos" y que éste posteriormente se propagó.
"No soy ningún incendiario –ha remarcado ahora en la Audiencia Provincial– y lamento muchísimo el perjuicio que causé", ha añadido, y tal mensaje lo ha trasladado valiéndose de su derecho a la última palabra.
Por estos hechos, la Fiscalía pide cinco años y medio de prisión para el acusado, natural de Rairiz, en la provincia orensana, y funcionario de justicia en Vigo (Pontevedra). Además es presidente del Movimiento Ecologista Mel, de Xinzo de Limia.
El Ministerio Público lo acusa de ser el autor del incendio que afectó a 1,2 hectáreas de terreno en una finca particular, propiedad de su mujer, y pide esa condena, mientras que la defensa solicita su libre absolución y, en caso de una pena, que se tengan en cuenta la eximente de alteración psíquica y la circunstancia atenuante por dilaciones indebidas al tratar los hechos como una "imprudencia grave".
Durante la vista oral, la fiscal Carmen Eiró ha rechazado que el acusado tuviese intención de asar unos chorizos y que el fuego se le escapase, algo que ha atribuido al producto de una "mente imaginativa", y ha insistido en que "si el fuego no llegó a las casas fue por la rápida intervención de los medios de extinción". En este sentido, ha sostenido que el acusado prendió el fuego "de forma intencionada", para lo cual se ha remitido al atestado realizado por los guardias civiles que relataron las condiciones climatológicas extremas, al tiempo que ha descartado que la alteración psíquica hubiese interferido en su capacidad volitiva, que ha considerado "intacta".
En lo que va de año en Galicia ya han sido investigadas 19 personas
Diecinueve personas han sido investigadas por la Policía Autonómica como presuntas autoras de incendios forestales en la actual campaña de 2019, las últimas este mes en Boiro y Padrón (A Coruña).
Agentes de la Jefatura de la Policía Autonómica de Santiago de Compostela, en colaboración con agentes forestales del Barbanza, han tomado declaración a dos personas relacionadas con sendos incendios en Boiro y Padrón provocados por quemas de restos agrícolas y forestales este mes de marzo.
El primer caso ha ocurrido en el lugar de Sealo, en la parroquia de Lampón, en el ayuntamiento de Boiro; y el segundo en el lugar de Cortiñas, en la parroquia de Herbón, en el ayuntamiento de Padrón, informa este jueves la Xunta en un comunicado.
En Boiro, los agentes tomaron declaración a un varón como presunto autor de un incendio forestal el pasado 18 de marzo cuando el investigado quemaba restos agrícolas sin guardar las preceptivas medidas de seguridad.
Las llamas quemaron 0,83 hectáreas de monte (0,11 hectáreas de arbolado y 0,72 de raso) y se remitieron las diligencias al Juzgado de Instrucción en funciones de Guardia de Ribeira (A Coruña).
En el caso de Padrón, el implicado ha sido otro hombre por un incendio forestal ocurrido el pasado día 22 de marzo cuando realizaba una quema de restos forestales, para la que no contaba con la preceptiva autorización de la Consellería de Medio Rural y en la que no se observaron todas las medidas de seguridad que establece la Ley.
En consecuencia, ardieron 0,30 hectáreas de monte raso, y se remitió el atestado al Juzgado de Instrucción en funciones de Guardia de Padrón (A Coruña).
O CARBALLIÑO. Además, un hombre residente en el municipio ourensano de O Carballiño se encuentra investigado por presunta negligencia en la quema de rastrojos que generaron un pequeño incendio forestal, según informó la Xunta.
El individuo, de 53 años, identificado con las iniciales J.P.C, está acusado de prender fuego en una finca ubicada en un paraje denominado San Marcos (Amoeiro) en un momento en que todavía estaban autorizadas las quemas, pero sin tomar las medidas de prevención necesarias.
El fuego se extendió y las llamas quemaron 0,3 hectáreas de monte raso y fue necesaria la intervención de equipos de extinción de la Xunta, que mantiene prohibido actualmente cualquier quemas de restos agrícolas y forestales en Galicia por riesgo de incendios.
La investigación ha sido entregada al Juzgado de instrucción número dos de Ourense.
