Acusados por secuestro en Pontedeume dan distintas versiones

Siete personas están imputadas por llevar a un hombre en el maletero, presuntamente atado, cuando tuvieron un accidente en Baralla, en 2004. La víctima sigue sin ser localizada después de la suspensión del juicio en el pasado mes de marzo
Banco de los acusados en el juicio por el secuestro de Pontedeume
photo_camera Banco de los acusados en el juicio por el secuestro de Pontedeume

Los siete acusados de haber secuestrado presuntamente a una personal de nacionalidad camerunesa en el municipio coruñés de Pontedeume en 2004 han negado este lunes haberlo retenido contra su voluntad y, en varios casos, han dicho que desconocían la presencia de esta persona.

La sección primera de la Audiencia provincial de A Coruña acoge entre el lunes y el martes de esta semana la vista oral del proceso contra siete varones para los que el fiscal pide entre nueve y diez años de prisión por unos hechos que ocurrieron presuntamente hace once años, cuando el ciudadano camerunés supuestamente estafó a algunos de ellos con billetes tintados de 50 euros.

Los procesados lo habrían retenido en el barrio coruñés de Matogrande, desde donde lo habrían trasladado a Centroña (Pontedeume) para producirle varias lesiones y posteriormente trasladarlo en el maletero de un coche hasta que sufrieron un accidente en la A-6, a su paso por el municipio lucense de Baralla.

El juicio se suspendió el pasado mes de marzo porque la víctima no fue localizada

El juicio se suspendió el pasado mes de marzo porque la víctima no fue localizada y, desde entonces, la Administración de justicia ha intentando hallarla sin éxito, por lo que el juicio ha comenzado igualmente.

El abogado José Ramón Sierra, que defiende a quien el fiscal acusa de ser el supuesto cabecilla de la trama, ha asegurado a los medios de comunicación que esta ausencia provoca "gran indefensión" en los acusados, pues "no es posible interrogar" a la pieza fundamental del caso.

Los magistrados tendrán que decidir hasta qué punto afecta la ausencia de la supuesta víctima al proceso, pero en todo caso "verán unas dilaciones indebidas muy cualificadas", aunque su defendido niega, en todo caso, que haya intervenido en el presunto secuestro.

Ante la ausencia de la víctima se ha dado lectura a su declaración, en la que asegura que fue "atado" y que recibió "todo tipo de golpes" después de ser "timado".

Los secuestradores le dijeron que "tenía que colaborar" y que si no colaboraba lo matarían, pero si lo hacía lo soltarían, que fue lo que le comentaron antes de meterlo en el maletero del coche.

Según su testimonio, una persona de nacionalidad marroquí le dijo que era el encargado de matarlo, que le habían pagado para ello, que era un psicópata y que lo iba a matar.

El primero de los acusados, que es propietario del coche accidentado, ha asegurado que la víctima no fue atada y que no conocía el motivo del viaje, aunque lo hizo porque se sentía "presionado" y su misión era "avisar de la presencia de la Guardia Civil en la carretera".

El conductor del otro coche del convoy ha dicho que desconocía la presencia de alguien en el maletero y simplemente "unos amigos" le dijeron que condujese un coche porque "el que venía detrás no tenía seguro" y por eso debía ir alguien delante para estar alerta.

Llevaba el coche finalmente accidentado otro de los acusados, que ha indicado que el hombre de nacionalidad camerunesa "entró voluntariamente en el maletero" y entonces inició la huida porque "tenía miedo" de alguien que había visto en el entorno de la casa de Centroña, en Pontedeume.

Otro ha aclarado que el segundo coche lo llevaban a Madrid para una compraventa, pero montaron el operativo por la comentada falta de seguro.

Uno de los procesados, de quien el fiscal piensa que cobró por participar en el supuesto secuestro, se ha negado a declarar porque ha alegado que no recuerda lo qué ocurrió hace once años y otro ha detallado que a la hora en que se produjeron los supuestos hechos estaba en un centro sanitario, lo que ha acreditado.

Dos testigos no han comparecido y sí ha testificado el que halló el coche accidentado y cuando abrió el maletero vio al la víctima atada de pies, aunque se había soltado las manos y le pidió que no lo dejase solo, pues pensaba que lo iban a matar.

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