Afronta dos años de cárcel por el atropello mortal de una menor que iba en bici

El ministerio público pide dos años de cárcel por homicidio imprudente para un joven de 27 años de edad que atropelló con el coche que conducía a una niña de 15 años cuando circulaba en bicicleta, en compañía de su padre, por la carretera Nacional-640, en el término municipal de Antas de Ulla, el 9 de julio de 2011.

El juicio se celebró en la mañana de este jueves en el Juzgado de lo Penal Número 2 de Lugo y la acusación particular elevó la petición de cárcel a tres años, aunque coincidió con la Fiscalía en reclamar una indemnización de 99.775 euros para los padres de la víctima y de 18.141 euros para cada uno de los hermanos menores de la niña fallecida.

Según el escrito de acusación, el joven circulaba por la carretera N-640, "sin prestar la debida atención a la actividad que realizaba, poniendo en peligro con ello a los demás usuarios de la vía".

"Delante del turismo conducido por el acusado", "en el mismo sentido de la circulación" y por un "tramo recto" de la carretera iba la niña, S.G.V, en compañía de su padre, por "el carril destinado a vehículos lentos" y "dotada de todas las medidas de seguridad para facilitar su visualización".

El fiscal sostiene que "el acusado", a pesar de "haber advertido la presencia de la ciclista con antelación suficiente, no reduce su velocidad, ni aumenta la distancia de seguridad y sigue circulando por el carril de vehículos lentos, detrás de la bicicleta, hasta que colisiona por alcance con la misma", a la altura del kilómetro 142 de la N-640.

A causa de ese golpe, la víctima falleció de forma inmediata como consecuencia del "traumatismo craneoencefálico que sufrió por la colisión".

El coche que conducía el joven tenía en vigor el seguro obligatorio y el conductor dio negativo en el control de alcoholemia al que fue sometido por los agentes de la Guardia Civil.

Sin embargo, dio positivo por Tetrahídrocana (THc), un "psicoactivo derivado del cannabis", aunque no quedó "demostrado que sus capacidades psicofísicas estuvieran afectadas por tal sustancia en el momento de los hechos".

En declaraciones a EFE, el abogado de la acusación particular, Miguel Ángel Fernández, explicó que "por cómo se desarrolló el accidente" fue un siniestro "extraordinariamente anormal, sobre todo por las reacciones que tenía el conductor del vehículo, el acusado".

"Además, en el análisis que se le hizo, posterior al mismo, dio positivo en cannabis", dijo el abogado, y "aunque él sostuvo que fue porque dos días antes se había fumado un porro", no quedó acreditado si había en su organismo "mucha o poca cantidad" de esa sustancia.

En todo caso, vista su "reacción en el momento del accidente" y las circunstancias en las que se produjo, "sin ningún tipo de maniobra evasiva o frenada" y por "la actitud que tuvo en su declaración ante los guardias civiles" todo hace "pensar que, efectivamente, la conducción estaba afectada por ese consumo de cannabis y, por eso, mantenemos la acusación por homicidio imprudente", precisó el letrado.

Por su parte, también en declaraciones a EFE, el abogado del acusado, el letrado José Soto, explicó que la defensa "se planteó sabiendo que es un accidente muy grave y con unas consecuencias tremendas y sabiendo que puede haber realmente una falta de atención en la conducción", pero "también se tuvo en cuenta una concurrencia de culpas por parte de la víctima", porque no circulaba pegada al arcén.

"El objetivo nuestro es que se degrade la condena de delito a falta y, en el supuesto hipotético de que se condenara como delito, que se aplique la atenuante de diligencias indebidas, toda vez que es un tema que a los cuatro meses estaba todo practicado y ha tardado tres años en celebrarse el juicio", concluyó.

Comentarios