La amenaza de las restricciones de agua planea sobre la vida social y la economía

Galicia mantiene la alerta por sequía prolongada y preocupan especialmente los embalses que surten a Vigo y Baiona
Las consecuencias de la sequía que afecta a Galicia este año ya empiezan a percibirse en buena parte de los embalases y cauces de la comunidad. BRAIS LORENZO
photo_camera Las consecuencias de la sequía que afecta a Galicia este año ya empiezan a percibirse en buena parte de los embalases y cauces de la comunidad. BRAIS LORENZO

Sin lluvias a la vista, con otra ola de calor en el horizonte y con un déficit de agua histórico acumulado ya desde el invierno, la Oficina Técnica da Seca de la Xunta acordó este miércoles mantener la declaración de situación de sequía prolongada en toda la demarcación hidrográfica de Galicia-Costa. El escenario es preocupante y, aunque de momento solo hay recomendaciones, de prolongarse el actual escenario pronto se convertirán en restricciones obligatorias. Ya hay algunas, pero por ahora son anecdóticas y limitadas a algún concello o zona determinada, pero amenazan con generalizarse y amargar el verano al turismo, las empresas, el campo e incluso a los particulares.

Los números son contundentes. España afronta el verano con los embalses al 45,3% de su capacidad; es decir, 20 puntos porcentuales por debajo de la media de los últimos diez años, que fue del 66,1%. O explicado de forma más directa: es el peor dato desde 2004. Una situación que se produce, entre otras variables, tras dejar atrás el segundo invierno más seco desde 1961, una primavera lluviosa pero incapaz de paliar la situación de sequía meteorológica y la primera quincena de junio más cálida desde que hay registros.

Y aunque Galicia es un pequeño oasis en el desierto estatal y mantiene sus presas con mayor porcentaje de agua que la media, Augas de Galicia tampoco baja la guardia. La demarcación costera lleva en prealerta desde el pasado 7 de febrero, lo que significa que este jueves se cumplen cinco meses de situación anómala.

La ocupación media de los embalses de abastecimiento en Galicia-Costa es del 93,01%, que parece alta, pero es un 5% inferior a la del mismo periodo para el año 2021. Y además no es uniforme, porque hay zonas con mucha menos agua. De hecho, los embalses de Zamáns —uno de los dos que surte a Vigo— y Baiona son los que más preocupan por sus niveles actuales, por lo que la Xunta insta a las administraciones locales a intensificar las medidas de ahorro para evitar que se dispare el consumo en verano, donde tanto la principal ciudad gallega como las localidades del Val Miñor multiplican su población por el turismo.

La Oficina Técnica da Seca constata con preocupación cómo las previsiones meteorológicas apuntan a un mes de julio que "no debería presentar" anomalías de precipitación muy importantes, por lo que se esperan pocas lluvias, lo habitual a estas alturas. En los primeros 15 días no se prevén cantidades de lluvia muy significativas, pero se espera que las situaciones anticiclónicas no ocupen toda la segunda quincena y llegue alguna borrasca.

Las que hubo en junio, por ejemplo, contribuyeron a maquillar ligeramente los datos. O al menos ayudaron a que no siguiesen secándose los caudales.

                      Las consecuencias de la sequía que afecta a Galicia este año ya empiezan a percibirse en buena parte de los embalases y cauces de la comunidad.
Las consecuencias de la sequía que afecta a Galicia este año ya empiezan a percibirse en buena parte de los embalases y cauces de la comunidad. BRAIS LORENZO

La Xunta, que seguirá con el control del estado de los cauces, admite que la situación de abastecimiento es de "normalidad", pero hace un llamamiento a toda la sociedad para realizar "un uso responsable" del agua, evitando consumos innecesarios. La situación de sequía prolongada supone "un aviso precoz" para anticiparse ante un posible episodio futuro de escasez de agua y concienciar sobre el uso responsable.

Además, Augas de Galicia envió una comunicación a los municipios de la demarcación con recomendaciones y medidas de concienciación, una práctica similar a las que activó la Confederación Miño-Sil, cuyos datos son incluso peores que los de Galicia-Costa.

El actual año hidrológico es el tercero más seco del siglo XXI 

La reserva actual de agua en el conjunto de España, con 25.443 hectómetros cúbicos, supone 5.000 menos que el año pasado y alrededor de 11.000 menos que hace diez años, según datos del Ministerio para la Transición Ecológica, que detalla que la capacidad a día de hoy de los pantanos arroja el peor dato en los primeros días de julio desde 2004.

Por encima del 50% de su capacidad están los embalses del País Vasco (90,5%), Cantábrico Oriental (82,2%), Tinto, Odiel y Piedras (74,2%), Ebro (65,8%), Galicia Costa (68,1%), Cantábrico Occidental (64,9%) Júcar (62,8%) Cuencas Internas de Cataluña (52,1%) Duero (51,5 %) y Miño-Sil (53,2%). Y por debajo aparecen la Cuenca Mediterránea Andaluza (48,8%), el Tajo (45,1%), el Segura (42,8%), Guadalete-Barbate (31,7%), Guadiana (28,6%) y Guadalquivir (28%). En algunas de ellas ya se declaró directamente la alerta por sequía.

Desde la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Rubén del Campo explicó que tras las lluvias de junio, que fueron escasas, el actual año hidrológico es el tercero más seco del siglo XXI y el cuarto desde 1961. Las precipitaciones estuvieron un 25 % por debajo de lo normal y es «muy probable» que el último trimestre del año hidrológico sea menos lluvioso de lo habitual en casi toda España, lo que agravará la sequía.

                      Las consecuencias de la sequía que afecta a Galicia este año ya empiezan a percibirse en buena parte de los embalases y cauces de la comunidad.
Las consecuencias de la sequía que afecta a Galicia este año ya empiezan a percibirse en buena parte de los embalases y cauces de la comunidad. BRAIS LORENZO

Los caudales, un 25% más bajos en el mes de junio

Los caudales circulantes —el agua de los ríos— registrados en junio siguen estando por debajo de los valores habituales para esta época del año, un 25% menos al tener en cuenta los últimos diez años. Eso preocupa por dos razones: porque no reponen el agua que se gasta en los embalses y porque hay muchas poblaciones e incluso ciudades que se captan directamente de ríos y no tienen presas para almacenar, como Ourense y Lugo del Miño o Santiago del Tambre.

Presas abastecimiento
▶ Cecebre (A Coruña) 91%
▶ Eiras (Vigo) 98%
▶ Forcadas (Ferrol) 90%
▶ Caldas (O Salnés) 91%
▶ Zamáns (Vigo) 78%
▶ Pontillón (Pontevedra) 87%
▶ Baiona (Baiona) 83%
▶ Beche (Abegondo) 91%
▶ Vilagarcía (Arousa) 27%

41%
Es el agua que se pierde en Galicia por fugas en la red. Una cifra que asciende al 61% en los concellos de menos de 2.000 habitantes, según Augas.

Primeros problemas
En Galicia no peligra todavía el abastecimiento de agua en ningún gran núcleo por razones de sequía. La última vez que ocurrió fue en el año 2017, cuando Vigo estuvo a punto de quedarse sin agua. Sin embargo, hay zonas de Ourense donde la actividad en el campo empieza a resentirse y algunos concellos de Ourense ya emitieron bandos con recomendaciones como no llenar piscinas, no lavar el coche o no baldear aceras. "Al final del verano lo vamos a pasar mal", augura la Xunta.

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