Vilariño: ''La supervisión del BE fue forense, no preventiva''

El profesor del departamento de Economía Aplicada de la facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Complutense de Madrid, Ángel Vilariño, ha focalizado hoy el problema de la gestión de las cajas de ahorro en "la alta dirección" y en sus prácticas.

Vilariño ha sido el primer compareciente hoy en la comisión de investigación que acoge el Parlamento de Galicia para analizar y evaluar la evolución económico-financiera de las antiguas cajas de ahorro y las causas y responsabilidades de su actual situación, así como las millonarias indemnizaciones de sus exdirectivos.

En su opinión, si la crisis hubiera afectado por igual a las cajas se podría decir que el problema era su naturaleza jurídica, la falta de capital, etc, pero cuando los resultados son desiguales hay causas que no se deben a la "buena o mala suerte", ha explicado, sino a la gestión de la alta dirección de dichas entidades. "Si no, ¿qué sentido tiene que haya gestores?", se ha preguntado, a lo que ha agregado que la gestión tiene que ver con las prácticas.

Vilariño, también consultor financiero internacional, ha eludido señalar a un responsable de las malas prácticas pero sí ha advertido de que el Banco de España hizo "una vez más" una "supervisión forense y no preventiva", pese a que había algunos sectores que habían señalado que "estábamos en una situación explosiva".

El profesor ha comenzado su comparecencia con la afirmación de que la crisis financiera "no se ha cerrado" y ha argumentado que "lo que ha faltado es absolutamente voluntad política" para atajarla.

En su exposición, ha fijado entre los años 1996 y 2006 la incubación de la burbuja inmobiliaria que "se dispara" con la entrada en el euro; en agosto de 2007 el estallido de la crisis y desde 2010 la gestión de la actual, si bien ha precisado que se podría hablar de la generación de una segunda crisis por la austeridad, un "factor adicional de retroalimentación de la crisis".

Según este experto, exdirectivo de Caja Madrid, en el proceso de incubación de la crisis hubo una sobreexposición "indeseable" al crédito promotor y constructor y sin garantías, un "exceso" de créditos y un abaratamiento de los mismos que ha calificado de "malas prácticas".

Al hilo de ello, ha determinado que ante esa "ilusión financiera" las cajas "se exponían a riesgos mayores", pues todas hacían lo mismo, si bien ha incidido en la importancia de su posición geográfica, pues cuando un banco opera fuera de su territorio "hay más posibilidades de riesgo", ha dicho.

Pese a las advertencias entonces al Banco de España "ya tenemos el destrozo", ha continuado, pues como entidad supervisora y dependiente del Ministerio de Economía "hace falta voluntad política para reventar la burbuja", lo que se hace con supervisión discrecional, ha alegado.

Vilariño ha sostenido que la segunda etapa de la crisis es la del "tiempo perdido" y la tercera la de una "contracción de la economía brutal" en la que "ya veremos si 60.000 millones son suficientes para lo que queda", ha afirmado en referencia a la ayuda europea a la banca española.

Autor de Turbulencias financieras y riesgos de mercado o Sistema financiero español, el profesor Vilariño ha aludido a una "grave" situación en cuanto a las fusiones y a "intereses políticos contrapuestos" en el final de su comparecencia, en la que ha vuelto a insistir en que "hacía falta voluntad política" para entender los riesgos de llegar a una "economía deprimida durante largo tiempo".

Así, ha conjeturado un "largo estancamiento" porque salir de la crisis es recuperar los niveles de vida y trabajo anteriores, no pequeños repuntes, y ha indicado que si bien no puede ofrecer soluciones sí cree que "el problema es que las políticas económicas que se están aplicando llevan a la continuación de la depresión". "Eso no se lo puede saltar la banca pública", ha opinado Vilariño, para quien el incremento de las remuneraciones de los directivos fueron "enormes, horribles, desproporcionadas" y el Banco de España, que "no quiere entrar en estos temas", tendría que opinar sobre los incentivos, ha concluido.

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