Antón Costas teme que el anuncio de Pfizer haga retroceder otras investigaciones

El catedrático admite que el anuncio de la compañía estadounidense le "sorprende comercialmente"
Antón Costas. EFE
photo_camera Antón Costas. EFE

El catedrático Antón Costas teme que "la euforia" provocada por el anuncio de Pfizer sobre la gran efectividad de su vacuna contra el coronavirus pueda provocar "un retroceso en la inversión y esfuerzos" de otras vacunas o tratamientos.

Costas, que es catedrático de Política Económica de la Universidad de Barcelona, ha participado este miércoles en una mesa redonda digital organizada por la Universidad de Vigo, en la que ha dicho que el anuncio de la compañía estadounidense Pfizer le "sorprende comercialmente".

Ha hecho hincapié en que "nunca una farmacéutica había anunciado un nuevo fármaco con una nota de prensa", sino que antes se pasaban los datos a revistas científicas y a las agencias reguladoras.

"Ya iremos conociendo" más detalles de ese anuncio, ha añadido Costas, quien ha aclarado, anticipándose a posibles acusaciones de conflicto de intereses, que es consejero de una farmacéutica, concretamente del Laboratorio Reig Jofre.

En todo caso, se ha mostrado convencido de que ninguna de las vacunas con las que trabajan diferentes firmas en todo el mundo será suministrada a la población sin el visto bueno de las grandes agencias reguladoras, por lo que no hay riesgo si alguna compañía intenta "pasarse de lista" e ir "muy rápido".

Costas, que ha compartido mesa redonda virtual con Gabriel Tauriz, especialista en medicina del trabajo de Ibersys, y con Guillermo Ortiz, filósofo y escritor, ha defendido que en el corto plazo no existe dilema entre salud y economía a la hora de valorar las medidas para aplacar la pandemia del coronavirus.

"Lo inteligente y lo económicamente responsable coincide con lo que es bueno y moral: salvar las vidas de las personas", ha aseverado Costas, para quien es "un falso dilema" aquel que invita a elegir entre salud y economía, porque una cosa y la otra van de la mano.

Según la opinión de quien fuera presidente del Cercle d'Economia, "lo inteligente y económicamente razonable" es apostar por "cerrar los sectores donde los expertos digan que la probabilidad de muertes provocadas por no cerrarlas sería muy elevado".

Ahora bien, sostiene que la compensación por parte de la administración a estos sectores afectados por las restricciones está siendo "muy inferior" a la necesaria.

Antón Costas ha advertido de que a medio largo plazo habrá que tomar decisiones "difíciles" respecto a la reapertura de ciertas actividades "sin la seguridad de asegurar la salud y la vida de todas las personas", lo que podría facilitar el avance del desarrollo de diferentes vacunas.

Pero como quiera que ni los expertos saben "cómo se comportará el virus", ha recalcado que hay una certeza en cuanto a "lo que debemos y tenemos que hacer": mayor inversión pública en el sistema sanitario, investigación, vacunación, tratamientos y sistemas de rastreo, para ésta y para "futuras pandemias".

"La salida es la ciencia y no lo estamos haciendo", ha lamentado Antón Costas, quien también ha recalcado que "hay que poner dinero para resistir" económicamente a los embates de la covid-19.

El escritor y filósofo Guillermo Ortiz ha coincidido en que no existe debate entre economía y salud, y si lo hay, es "perverso", y ha afirmado que ninguna estrategia "extrema", ni la de los confinamientos duros ni la llamada inmunidad de rebaño y mantener toda la actividad económica, se ha revelado eficaz por completo.

Ha criticado que en España se optara por la primera "tarde", aunque a pesar de que se aplicó "a destiempo" "acabó funcionando", pero sobre todo ha censurado que se diera al virus "por acabado" en junio y los españoles salieran "a bailar como fieras enjauladas".

Sucede que cuando en julio y agosto aumentaban los contagios "la música no paró" porque no hubo "responsabilidad individual" ni "vigilancia institucional", entre otras razones porque "suplicábamos a los turistas que nos visitaran".

Cree Guillermo Ortiz que el debate entre economía y "asumir un riesgo sanitario y la pérdida de vidas humanas" se debió plantear en todo caso en verano y no ahora.

Y pronostica que salvo que medie un confinamiento domiciliario no va a ser posible "salvar la Navidad", como se han propuesto el Gobierno y algunas comunidades autónomas, pues la actual incidencia de la covid-19 es "veinte veces mayor" al objetivo marcado por la administración. 

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