Anulan parte del expediente disciplinario al profesor que llamó ''gordas'' y ''mongoles'' a alumnos

El juez de lo Contencioso-Administrativo 2 de Vigo ha anulado parcialmente el expediente disciplinario impuesto por la Consellería de Educación a un profesor de educación física de un instituto de Redondela que llamó "gordas" y "mongoles" a sus alumnos.

La Dirección General de Centros y Recursos Humanos incoó en febrero de 2014 un expediente disciplinario contra este profesor por tres faltas graves de desconsideración, una de abuso de la autoridad y una de rendimiento que afecta al normal funcionamiento de los servicios.

Las dos primeras faltas de desconsideración corresponden a los calificativos de "gordas" y "mongoles" que el profesor dedicó a sus alumnos, por los que Educación le suspendió de sus funciones durante cuatro meses.

La tercera tiene que ver con que el profesor castigaba a los alumnos que se comportaban mal obligándolos a ponerse a cuatro patas delante de sus compañeros. Educación lo sancionó en este caso con quince días, que el juez ha rebajado en su sentencia a cinco.

El mismo periodo de castigo que por el supuesto de abuso de autoridad, ya que el docente obligó a una alumna a organizar una carrera en respuesta a una queja que ésta presentó contra él, pero el juez no ve razones objetivas para la sanción, y por tanto la anula. Finalmente, Educación le impuso otro mes de suspensión por no cumplir con la programación y excederse en la concesión de horas libres, que el juez rebaja a siete días.

Sobre el uso del epíteto "gordas", el magistrado no aprecia intencionalidad ofensiva ni vejatoria, en primer lugar porque como profesor de Educación Física, éste vela por "la concienciación" al alumnado "de la importancia para la salud de evitar situaciones de sobrepeso". Asimismo, tiene en cuenta que el demandado padece obesidad y que se ponía a él mismo como ejemplo a evitar, tal y como declararon algunos alumnos en la vista oral.

El juez considera que la percepción subjetiva de una intención vejatoria por parte del profesor varía en función de la mejor o peor relación de los alumnos con éste y de la mayor o menor apetencia de aquellos para la práctica del ejercicio físico.

En cuanto a la expresión "mongoles", la mayoría de los alumnos admitieron que no se sintieron ofendidos y que adoptaron el término como sinónimo de "bruto" cuando el profesor llamó a uno Gengis Kahn y al ver que no conocían a este personaje les ilustró sobre la ferocidad y la brutalidad empleadas por su ejército.

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